Capitulo 9.

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Clark seguía en shock ante la propuesta de su jefe, no podía creerlo. ¿Enserio, casarse con su jefe?, eso sería extraño, buscaba ordenar sus pensamientos, asi que conversó con Barry, pero terminó peor de confundido.

—...¡Sería un ganar ganar!, Las cuentas nos alcanzan, Clark, así que sé cuerente y decide lo mejor.

Mientras tanto, en la mansión Wayne, el joven Bruce se encontraba en su estudio revisando algunas cosas en internet sobre citas, regalos, compromisos e incluso anillos de boda.

Se desconocía, ¿cómo Clark Kent había sido el único en rechazarlo?, ¿acaso no era un buen partido?, ¡por favor!, ¡Es Bruce Wayne!

Finalmente el empresario tomó asiento frente a su escritorio, cerro sus búsquedas y observó una fotografía de Kent del archivo que Arthur había investigado.

—¿Por qué un chico como usted tiene que ser tan difícil?, ¿acaso no le gusto?, Cualquiera en su lugar estaría encantado de ser parte de la familia Wayne. –murmuraba molesto mientras miraba la fotografía de Clark– No me importa, no voy a rogarle.

—Es lindo. –habló Alfred, Bruce pegó un susto al verlo entrar, pensó que había salido de casa– ¿Un nuevo amigo suyo?

—No estoy seguro. –Bruce mantenía su mano sobre su barbilla.

—¿Por qué lo dice?

—Te lo explicaré luego.

—¿Eso significa que no verá más al señor 'El'? –preguntó Pennyworth, Bruce lo miró confundido.

¿Así que realmente funciona?, pensó. Pues Alfred no había descubierto que Clark, el chico de la fotografía se trataba de nada más ni nada menos que el señor 'Kal-El'.

—Sí, lo volveré a ver, quizás más a menudo, porque vamos a casarnos.

Alfred se sorprendió, pues no creyó que Bruce hablara enserio. De hecho, jamás creyó que escucharía algo así de la boca del joven Wayne.

En cambio, Bruce ahora estaba en problemas, puesto que se había adelantado a los hechos y Clark no tenía interés alguno en aceptar su propuesta.

En cambio, Bruce ahora estaba en problemas, puesto que se había adelantado a los hechos y Clark no tenía interés alguno en aceptar su propuesta

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...

Bruce se interpuso entre la puerta y el joven Clark, quién lo miraba horrorizado.

—¡Por favor, acepte la propuesta!, me arrodillaré ante usted si lo prefiere.

—No sé trata de eso y por favor levántese, señor Wayne. –dijo tomándolo del brazo para ayudarle a levantarse –Respóndame está pregunta, ¿porque le interesa salir y casarse con alguien de la noche a la mañana?

—¿Alguna vez ha tomado una decisión arriesgada por su familia?, pues yo lo haré, lo hago por un hombre a quien le agradezco de haberse quedado conmigo después de haberlo perdido todo.

—Entiendo su punto, señor Wayne.

—No nos casaríamos realmente. Lo que pasara es que fingiremos ser una pareja, sería un compromiso falso sin fecha, sin sentimientos, ni nada relacionado a esas cosas absurdas. Espero que con eso entienda que no es mi tipo y que jamás me enamoraría de usted.

—Lo entiendo, tampoco es mi tipo.

—Bien. Firmará un contrato prenupcial con clausulas específicas, las cuales si no las cumple enfrentará una multa de una gran suma de dinero.

—De acuerdo, pero también pondré mis condiciones en el contrato.

—Olvídelo, ni loco. –negó rotundamente.

—Bien, renuncio y jamás volverá a saber de mí, que tenga suerte solucionado ésto, fue un placer conocerlo. –Clark estaba apunto de salir, sin embargo, Bruce lo tomó del brazo.

—No, alto, señor Kent. ¡Bien!, podrás poner tus condiciones, las que sean, por más raras y estúpidas que sean. –habló ansioso.

—Está bien, la primera, mostraré el mínimo afecto romántico hacia usted en público, la segunda, si algo llegase a salir mal, usted asumirá toda la culpa y me librará de cargos, tanto económicos como morales. También protegerá mi identidad en todo momento, Kal-El en su entorno, Clark en el mío, y le diremos a mi familia de nuestro compromiso como yo quiera y cuando yo quiera.

—¿A su familia?, pensé que esto del matrimonio solo me importaba a mí.

—También tengo mis problemas, lo bueno es que yo sé todo sobre usted, pero lo malo es que tiene cuatro días para saberlo todo sobre mí, así que tendrá que estudiar.

—¿Así que conoce todo sobre mí?

—Sí –afirmó– ¿Eso le asusta? –agregó.

—Para nada, estoy acostumbrado a éste tipo de cosas. –despreocupado– ¿Entonces, es un trato? –extendió su mano.

—Trato. –Clark estrechó su mano– Ahora, dígalo con ternura.

—¿Con ternura qué? –confundido.

—Dígame con ternura que me case con usted, señor Wayne.  –esbozo una sonrisa maliciosa.

—¿De qué habla?

—Usted insistió en qué aceptará la propuesta y lo hice, también dijo que si así lo deseaba se pondría de rodillas.

Bruce gruñó y a pesar de su molestia hizo lo que Clark le pidió.

—Ah, ¿se casaría conmigo? –forzó una sonrisa amarga.

—No. –canturreó– Dígalo con franqueza.

—Señor Kent, dulce señor Kent.

—Tiene mi atención, señor Wayne.

—Por favor, ¿sería tan gentil de ser mi esposo? –apretó sus labios y lo miró fulminante.

—Lo haré, no me agradó su sarcasmo, pero lo haré. Lo veré más tarde para firmar el contrato.

Qué mal educado es.–murmuró Bruce.

Clark finalmente sale de la oficina y al dar la vuelta para tomar camino por el pasillo choca con alguien.

—Lo lamento, señor. Venía distraído. –habló con timidez.

—No, yo te debo una disculpa, venía tan apresurado que no te ví. Oye, ¿Tú eres del Daily Planet, cierto?

—Lo era, ahora trabajo para el señor Wayne.

—Oh vaya, recién iba a contactarte para que asistieras a mi empresa y escribieras un artículo sobre lo nuevo de LexCorp, pero creo que ha sido demasiado tarde, ¿no?

—Supongo, pero podría hacer algo por usted. Tengo correspondencia con una buena amiga.

—Genial, te enviaré una invitación pronto.

—Hasta luego, con permiso.

Lex solamente sonrió y entró a la oficina donde vió como Bruce manoteaba y murmuraba cosas sin sentido en tono molesto.

—No estoy para visitas. Estoy ocupado.

—¿Ni siquiera para tu socio?

—Aún no somos socios. –lo miró– Creo  que ya conociste a mi secretario.

—Si, es muy amable y lindo. Quizás lo convenza de que trabaje para mí, al menos soy un poco menos gruñón.

—Qué gracioso, Lex. –rodó los ojos– Dime, ¿que es lo que quieres?, tu nunca pisas mi empresa al menos que te interese algo o te deba.

—Negocios, amigo, negocios. Lo sabes bien.

Propuesta Laboral | superbatWhere stories live. Discover now