Capitulo 7.

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Tras el transcurso de los días, Bruce le daba mayor carga de trabajo a su nuevo secretario y no lo miraba quejarse de ninguna manera, siempre mantenía una sonrisa, algo cansada

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Tras el transcurso de los días, Bruce le daba mayor carga de trabajo a su nuevo secretario y no lo miraba quejarse de ninguna manera, siempre mantenía una sonrisa, algo cansada.

¿Va a seguir mintiéndome?  –pensaba Bruce al ver cómo Clark iba de un lado a otro, y como entraba y salía de su oficina.

—Aquí tiene su desayuno, señor Wayne. El señor Luthor ha estado intentando contactarlo por teléfono, creo que es importante que atienda su llamada.

—Ese es tu trabajo, atender mis llamadas y después pasarme los mensajes. –respondió molesto.

—Tiene razón, lo lamento, señor.

—Y claramente le dije que no quería tomate en mi sándwich, lleveselo, perdí el apetito. Solo tráeme un café descafeinado.

—Bien.

—No, que sean dos, junto con un postre de chocolate, sin mermelada y una barra de nuez con fresas.

—Enseguida, señor Wayne.

...

Había pasado casi una hora y Bruce seguía aburrido dentro de su oficina miraba el reloj impaciente ante la llegada de Clark, pero no había señales. Su desesperación lo hizo levantarse de la silla y salir a buscarlo, estaba más que claro que el empresario solamente lo había llenado de tareas para hacerlo pagar por su engaño.

Mientras tanto, Clark había hecho una larga fila en la espera de un café, el cuál pudo haber hecho en la oficina, pero si jefe quería uno de la tienda Starbucks.

Checaba la hora en su teléfono, sabía que ya era demasiado tarde y probablemente su jefe le rechazaría el gran esfuerzo que hizo, eso lo mantenía estresado. Así que simplemente, en cuanto llegó su turno, tomó las cosas y salió rápidamente de regreso a la empresa.

Casi sin aliento y con el reloj encima, llegó con el pedido intacto, hasta que pasó desapercibido por la señal de "piso mojado". Perdió el control sobre sus pies y resbaló, las cosas salieron volando manchando todo a su paso, incluyendo su ropa.

Los anteojos de Clark cayeron ante los pies del señor Wayne, quién los tomó y se dirigió hacia su asistente.

¿Se encuentra bien? –preguntó Bruce, quién miraba como Clark insistía en limpiar aquella mancha de su camisa.

—Sí, estoy bien, solo fue un pequeño tropezón, descuide mi camisa se secará, no hay nada que un buen jabón no quite está mancha. –rió Clark, quién al levantar su vista vio que Bruce, su jefe le entregaba sus anteojos.

Clark se asustó, los tomó con rapidez y se los colocó para después comenzar a recoger rápidamente los vasos casi vacios de café.

Venga conmigo, Kal-El.

—Pero.. –tartamudeó

—Los de limpieza harán su trabajo, ahora venga conmigo.

Clark se levantó de inmediato y se disculpó con los presentes, después salió detrás de su jefe.

—Arthur, llévanos a la tienda de ropa más cercana.

—¿Qué?, no, señor Wayne, no se moleste, solo era cosa de ir a la tintorería y quedaría como nueva, además no fue su culpa.

—Lo fue, así que deje enmendar mi error, también llevaré su ropa a la tintorería y se termina la conversación.

—Cómo ordene, señor.

En cuanto llegaron a la tienda, Bruce bajo del auto seguido de Clark quién observaba el elegante lugar.

Señor Wayne, un gusto tenerlo de vuelta.

—Gracias, señorita. Uh, necesito algo elegante pero sobrio, que no sea demasiado, discreto con colores oscuros y tierra, algo casual. –explicó el empresario.

—De acuerdo, ¿en su talla?

—No, para él. –señaló a Kent – Es mi compañero de trabajo, trátelo como si fuera yo.

—Entendido, venga conmigo, señor.

—Ah, ¿qué, yo? –dijo Clark confundido.

—Por supuesto que usted. Vaya, lo están esperando. –le respondió Bruce, el chico de anteojos continúo su camino junto a la señorita.

Mientras tanto, Bruce se quedó en la sala de espera leyendo algunas revistas e incluso miró algunos otros trajes y eligió unos cuantos.

Algunas horas después, la señorita salió junto con Clark, quién vestía una camisa a cuadros azul marino, corbata más oscura, un abrigo marrón, pantalón de vestir del mismo tono y unos brillantes zapatos negros.

Luce bien, señor Kent. –halagó Bruce.

...

Clark no dijo nada durante el trayecto, se sentía avergonzado con la situación, en cambio, Bruce era todo lo contrario. Recién habían llegado a un restaurante, Arthur había llevado la ropa de Clark a la tintorería.

—Me encanta este lugar, además de su comida, venir aquí me recuerda a mis padres, ellos me contaban como se conocieron justo en esta mesa del centro, claro, ha cambiado mucho el lugar, pero se siente como la primera vez. –Bruce conversaba algo conmovido, mientras Kent seguía en silencio mirando a un punto fijo en la mesa–El platillo principal es excelente, muy rico en nutrientes y vitaminas, me encanta el omelett, pero odio los espárragos es una rara combinación,ya que esto es justo lo que el platillo tiene, y eso lo hace exquisito. –continuó–¿Y bueno, que desea ordenar?

Finalmente, Clark alzó su vista hacia la de Bruce y con temor le preguntó:

—¿Desde cuando lo sabe?

Propuesta Laboral | superbatWhere stories live. Discover now