Capitulo 8.

124 19 7
                                    

—Por favor, no haga como que no lo sabe, porque esto ha sido muy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Por favor, no haga como que no lo sabe, porque esto ha sido muy... ¡demasiado! vergonzoso para mí, señor Wayne. –cubrió su rostro.

Bruce dejó a un lado el menú y antes de que pudiera decir algo el mesero llegó a tomar la orden.

—¿Qué es lo que desean ordenar, caballeros?

—Un té para mí acompañante y una copa de vino para mí, por favor. –habló Bruce. El mesero se retiró –...Desde siempre.

—¿Desde que me citó por primera vez, lo sabe? –alzó su voz sorprendido.

—Bueno, no tanto, desde nuestra segunda cita.. usted se fue luego de mi propuesta, traté de seguirlo, pero su reflejo en la ventana me hizo detenerme y supe que era usted, además, no es tan inteligente como cree. –continuó– Esa vez olvidó sus lentes de contacto y entrecerraba sus ojos para lograr ver, sobre todo porque después de salir coloco sus armazones y se fue elegantemente en su bicicleta. –evitó reírse.

—¡Qué vergüenza!, ¿y fue por eso que todos estos últimos días ha estado fastidiandome con horas extras y excesiva carga de trabajo? –preguntó resentido.

—¡Es lo menos que se merecía por mentirme! –lo miró fulminante.

—¿Y cree que yo quería mentirle? –Clark alzó la voz, su rostro mostraba enojo, incertidumbre y miedo a la vez.

Aquí están sus bebidas, señores. –dijo el mesero asombrado ante la actitud de Clark.

—Lo lamento, y muchísimas gracias, señor mesero. – respondió Kent con una sonrisa vergonzosa.

—Entonces, dígame, Clark. ¿Por qué lo hizo? –se cruzó de brazos.

—La verdad yo no quería hacerlo, pero mi amigo insistió, ya que si yo salía con usted al menos una vez, él conseguiría un trabajo y como él era un vago y los gastos del departamento subieron, acepté.

—¿Me estafó por su amigo el vagabundo?

—No fue una estafa, solo fue un engaño. –respondió apenado.

—Oculto su verdadera identidad, es un cínico, e hizo que perdiera mi valioso tiempo, ¡eso fue una estafa! –expresó.

—Necesitaba el dinero con urgencia y era la única manera de que mi amigo saliera a buscar un empleo. Lo siento mucho, aunque se que eso no será suficiente, pero desearía poder recompensarle por su tiempo y por haber herido sus sentimientos, pero no creo que sea posible y no puedo compensarlo con dinero porque es obvio que usted ya tiene mucho, pero le aseguro que haré lo posible por ayudarlo cada vez que usted lo necesite . ¡Ah!, y no voy a terminar de agradecerle por el ascenso y lo que hizo por mi el día de hoy. –sonrió–... ¿Sigue enojado conmigo? – ladeó su cabeza.

—Por suerte no era un estafador, trabajaba para Daily Planet. –soltó un suspiro – No estoy tan enojado, pero esto ha sido vergonzoso, jamás le había propuesto matrimonio a alguien y cuando lo hice usted me rechazo

—¿Por eso está tan enojado?, quizás sea el hecho de que nunca en su vida alguien lo había rechazado.

—¿Usted no lo estaría?

—Quizás tenga razón, lo lamento, nuevamente, pero nadie con cinco dedos de frente aceptaría una oferta de matrimonio así como si nada. Ni siquiera me conoce.

—No tiene que pedirme disculpas a mi, si no a su novio. –bufó

—¿Novio?, pero yo no tengo novio.

—¿Qué hay del chico que recogiste en la cafetería? –se cruzó de brazos

—Oh, habla de Barry, de hecho ese es mi amigo al que llamó vagabundo, vivimos juntos, es mi rommie, ya se lo había explicado, ¿pero, y usted cómo sabe eso?

—Tengo mis contactos. No pida explicaciones, no las merece, señor Kent.

—Por favor, dígame Clark. –acomodó sus anteojos.

—Clark, señor Kent o Kal-El, da lo mismo.  Después de todo son la misma persona, ¿o hay alguna personalidad más que deba conocerte el día de hoy?

—¿No va a perdonarme, cierto?, Esta en su derecho, solo por favor, no me corra del trabajo, lo necesito, necesito éste sueldo. –juntó sus manos suplicándole.

—Cásate conmigo. –enunció modesto.

—¡¿Qué?!, ¿Porque querría usted casarse conmigo?, ¡¿esta loco?!, Hay tantas mujeres y chicos de su clase que morirían por estar con usted.

—No voy a casarme con cualquiera. –lo miró fijamente –...Al menos a usted ya lo conozco desde hace unas semanas, aunque yo no sé nada sobre sus origenes, en cambio usted sabe todo sobre mí.

—No es como si estuvieramos saliendo, no tiene porqué saberlo. –rió– Además, todo el mundo sabe cosas sobre usted, es una celebridad.

—Escuche, señor Kent. Sé que sus padres están apunto de perder su patrimonio, así que tómelo como una propuesta laboral. Usted se casa conmigo y yo le ayudo a qué sus padres mantengan su casa. Compraré el banco si es preciso.

—¿Haría eso por un simple casamiento?

—Por supuesto.

—¡Está loco! –alzó la voz.

—Al menos podría fingir ser mi pareja, claro, en reuniones especiales.

—No puede decirme eso como si nada. ¡A las personas se les conquistan, no se compran!

—Dígale eso al citatorio del banco. –carraspeó–...No creo que sea el lugar para decirlo, pero quiero que empecemos a salir y casarnos después.

—¿Se enamoró tan pronto de mi?–asombrado– ..Si solo nos hemos visto algunas veces, además ya le dije que no estoy interesado en casarme.

—No se equivoque, no seríamos una pareja, sería una relación falsa.

—No, no lo haré, dijo que era un impostor, ¿y ahora me pide que finja por usted?

—¿Quién mejor que usted? ¡Es el ideal para el trabajo!

—¿Sería un trabajo?

—Si, su actuación fue increíble, no se necesita nada más, nadie debe saberlo y no debe olvidar que dijo que estaba en deuda conmigo. Y yo prefiero que sea usted, así todos ganamos.

—No me involucraré en otra mentira más, señor Wayne.

—Le pagaré por cada evento que asista conmigo, así terminaría de pagarle al banco. Favor con favor, usted dijo que me ayudaría en cuanto lo necesitará, ¿o eso era otra mentira?

—No, claro que no, lo dije de todo corazón.

—¿Entonces, va a ayudarme?

—No creo que vaya a funcionar. –Clark rascó su nuca. Dudaba seriamente de aquella propuesta.

—Intentémoslo.

Propuesta Laboral | superbatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora