𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍 | superbat

Capitulo 14.

Bruce después de un rato salió de la casa con su nueva vestimenta, se sentía algo extraño, ya que estaba acostumbrado a utilizar ropa formal siempre.

—Al fin sale, pensé que se quedaría ahí todo el día. –decía Clark quién traía consigo algunas bolsas sobre su espalda– Veo que le quedó bien la ropa.

—Sí, muchas gracias por eso, pero, ¿eran necesarias las botas vaqueras?

—No tenía algún otro calzado que le quedara, así que, quizás. Le sienta bien, el estilo cowboy. –rió.

—No te burles.

—No lo hago. –dejó las bolsas sobre el suelo – Quizás un poco. De acuerdo, comencemos el recorrido.

Bruce siguió a Clark, quién se le miraba con emoción el explicarle cada una de las cosas que había ahí. El joven de Gótica lo escuchaba con atención y miraba hacia donde esté siempre le apuntaba para mayor entendimiento y admiraba lo mucho que Clark sabía y le apasionaba el tema.

Eso lo hacía sonreír inconscientemente.

—...Además de la zona al aire libre y la casa, está el granero, que como su nombre lo dice se almacena el grano y la comida; el establo, el gallinero, y el cobertizo para guardar las herramientas que sirven para trabajar la tierra –explicó–  La zona de cultivo se ve mejor desde la altura del tractor, pero éste presenta algunas fallas, así que primero habrá que arreglarlo, aquí siempre hay algo que hacer.

Ambos entraron al cobertizo. Clark se pondría manos a la obra para reparar el tractor; procede a verificar los niveles de aceite del motor, drenar impurezas, y revisar el nivel de combustible, mientras Bruce intenta ayudarle con la mínima cosa.

—¿Qué hay de los animales?, Casi siempre las granjas están llenas de ellos.

—Sobre eso.. –Clark sale de debajo del tractor con el recipiente de aceite viejo–..Mi padre tuvo que venderlos después de la mala racha que hubo, así que solo se dedicaron a cultivar.

—¿Tenían caballos?

—Algunos, había pollitos y conejos. Lo típico que hay en una granja, me gustaba cabalgar, mientras Max arreaba a las ovejas.

—Es un lindo recuerdo. –Bruce sonrió al igual que Clark.

—Espera, tienes algo en la cara.

—¿Ah sí, qué es? –preguntó asustado a punto de gritar.

Clark pasó su pulgar por la mejilla de Bruce y trató de limpiar la mancha.

—Creo que lo arruiné. –rió– Era algo de grasa del tractor, toma. –le da un pañuelo.

—Gracias. –Bruce lo toma y comienza a limpiarse hasta que el pañuelo salga limpio de aquella mancha en su mejilla.

Mientras que Clark echa a andar el tractor.

—Ha funcionado, lo instalaré a fuera. –dijo, Bruce siguió limpiando la mancha, después salió del cobertizo y vió como los padres de Clark recién llegaban.

Al abrir la puerta de la camioneta, un lindo canino corrió hasta los brazos de Clark.

—Buenos días, Bruce. ¿Dormiste bien?

—Buenos días, señora Martha. Sí dormí estupendo, gracias por preguntar.

—Veo que ambos ayudaron a arreglar el tractor. –habló Jonathan.

—En realidad, Clark lo hizo todo, señor Kent. Yo solo estuve mostrándole mi apoyo incondicional. –rió

—Bien, ayudaré a tu madre a dejar las cosas, volveré para recoger el cultivo.