Chapter Fourty-Four

Start from the beginning
                                    

—Gracias por estar pendiente.

—Es lo mínimo que puedo hacer por ti—sin más se fue—.

Ok, eso fue muy incómodo.

Ok, eso fue muy incómodo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

P.O.V. Angie.
Estaba en mi habitación revisando algunas investigaciones que tenía, cuando mamá entró con una sonrisa.

—¿Qué haces, mi amor?

—Revisando algunas cosas, ma'—sonreí—¿qué haces aquí? Pensé que estabas dormida.

—No puedo dormir—dijo ella sentándose en mi cama, camine para sentarme a su lado—he pensado mucho ¿sabes?

—¿En qué, mami?—dije confundida—.

—En que a diario veo a Ana Julia y un poco a Liliana interesadas en querer saber de su pasado, pero a ti no Angie—hice una mueca—no es que me moleste, pero no entiendo por qué mi amor, estoy segura que tienes miles de preguntas pero ¿por qué no las haces?

—No se, una parte de mi quiere hacerlas, quiere saber todo pero... pero otra no—admití—no quiero que mi vida cambie, quiero quedarme tal y como hasta ahora. Contigo, con papá, con mis hermanos, mis titos, mis primos, mis tíos... solo eso, no quiero saber que tengo una vida la cual desconozco completamente y en la cual debo empezar desde cero.

Ella tomó mis manos.

—Voy a respetar eso, pero quiero que sepas algo—asentí—esa vida que desconoces, también es y será parte de ti. Por eso cuando quieras saber algo de ella, estaré aquí, mi amor ¿si? Sea lo que sea podemos hablarlo.

Asentí, ambas nos abrazamos fuertemente. No sabía hasta cuando, pero quería mantener mi idea.

Esta era mi familia, y quería que lo fuera siempre.

Esta era mi familia, y quería que lo fuera siempre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

P.O.V. Liliana.
Habíamos terminado de cenar, ahora Leona nos estaba repartiendo un poco de helado a los cuatro.

—Para variar, estuvo muy rica la cena—dijo Ana Ju—.

—Gracias.

—Yo espero algún día poder cocinar como tú, Leona—le sonreí—.

—Ay, será un placer seguir enseñándote, Lili—me sonrió ella—.

Love Story || Benjamín GarcíaWhere stories live. Discover now