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P.O.V. Angie. Kika se había ido, tanto Ana Julia como Liliana y como yo, estábamos preocupadas por ella, así que decidí hablar con mi tía Columba.
—Tía ¿puedo hablar contigo?—le pregunté al verla subir las escaleras—.
—No me digas tía, me hace sentir como una anciana—dijo ella—.
—Columba—corregí—quería platicar sobre Kika. Últimamente la siento más desorientada.
Ella rió. Fruncí el ceño.
—No te das cuenta que has sido acogida por la familia más desorientada de todo el mundo. Aquí todos están mal, tus abuelos, tus tíos, tus primos, tus hermanos, tus padres, todos.
Hice una mueca, en parte era verdad.
—¿Sabes que es lo que me molesta de ti? Que siempre te haces la mosquita muerta.
—No me insultes, tía—ella se puso seria ante como la llame—yo solo quiero ayudar y punto, no capto por qué siempre me has odiado.
—Okay ¿quieres saber por qué te odio?
Espere que me lo dijera pero la voz de Oliver se oyó.
—¡Al ataque, fuego!—ella se quejó—.
—¡Oliver. Oliver por favor deja de gritar y quítate esa máscara!
—Solo voy por agua, mamá—dijo el—.
Mi tía se dio vuelta y volvió hacia mi, me dio un beso en la frente.
—Como crees que voy a odiar a mi sobrina hermosa—dicho eso se fue a seguir regañando a mi primo—.
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Entre a la habitación de mis padres, vi que solo mamá estaba ahí y me lancé a la cama. Ella cerró su libro y habló.
—¿Que te pasa, linda?—me senté y la miré—.
—¿Por qué la tía Columba me odia, mamá? Intente hablar de algo serio con ella y solo me recalca lo que le molesta de mi...
