Capítulo 16 - Miedo

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Definitivamente, la suavidad de los labios de Jungkook sobre los suyos no era comparable con la sensación de sus dientes mordiendo su cuello, dejando una marca mientras le besaba apasionadamente en aquella zona tan sensible, y perdiéndose en la sensación de ligereza por la momentánea reducción de riego sanguíneo. Taehyung podía sentir su piel de gallina mientras una pequeña risa se mezclaba con un suspiro, perdido en un mar de sensaciones nuevas.

Me encantas, Taehyung—susurró Jungkook en su oído.

Tú a mí también, me estás volviendo loco, maldita sea—respondió el otro, pegando sus cuerpos aún más.

Voy a hacerte mío esta noche.

Por favor, te lo suplico, hazlo...

Con una risa seductora, Jungkook se deshizo de lo que quedaba de sus pijamas después del largo rato de juegos previos. Con autoridad, tumbó a Taehyung boca abajo sobre el colchón, colocando una almohada bajo sus caderas para elevarlas ligeramente, lo justo para facilitar su entrada, pero no lo suficiente como para tenerle en cuatro. Con la cara sobre el colchón, Taehyung estaba demasiado excitado para preocuparse por nada, simplemente esperando a que Jungkook cumpliese con su promesa.

A pesar de la falta de lubricante, el miembro de Jungkook se deslizó con una facilidad inaudita dentro de él, produciéndole solo placer y más placer cuanto más entraba en su interior. Esperaba dolor o cierta resistencia, pero lo cierto es que podía sentirle en su interior, dilatándole deliciosamente sin aquellas temibles consecuencias de las que todos hablaban.

Y el otro pareció leerle la mente, porque justo cuando iba a pedirle que le follase bien duro sin miedo a herirle, Jungkook comenzó a hacer exactamente eso, haciéndole ver las estrellas en el mejor de los sentidos con cada uno de sus movimientos.

¿Te gusta? —preguntó Jungkook en su oído con cierta ironía, conociendo su respuesta.

¡Si, sigue, sigue así, madre mía! —dijo Taehyung entre gemidos.

Debido a la posición, con cada embestida que Jungkook le daba, su miembro era estimulado sobre la suave tela bajo él, ofreciéndole sorprendentemente más estimulación de la que podría esperarse del mullido relleno. Cuanto más aceleraba Jungkook, más sentía aquella deliciosa estimulación, amenazando con volverle loco.

Dame más, necesito sentirte más...—gimió Taehyung.


A pesar de que Jungkook solía despertarse con facilidad con la luz solar de la mañana, aquel día no fue aquello lo que le sacó de su sueño, sino los movimientos y ruidos que estaba haciendo Taehyung. Cuando se despertó en mitad de la madrugada, descubrió con una mezcla de emoción y nervios que Taehyung había ido acercándose a él en sueños hasta acomodar su cabeza sobre su pecho y una de sus piernas doblada sobre su muslo. En aquel momento, Jungkook solo pudo abrazar su cuerpo aprovechando la ocasión, teniendo el juicio lo suficientemente nublado como para priorizar sus deseos, asumiendo que probablemente Taehyung alucinaría al día siguiente.

Sin embargo, estaba siendo él sin duda el sorprendido en ese momento. Aún algo somnoliento, Jungkook parpadeó un par de veces, intrigado por la repentina inquietud en la que parecía estar Taehyung, todavía con la misma posición en la que se había colocado en mitad de la noche. No fue hasta que Taehyung balbuceó unas palabras entre gemidos cuando Jungkook abrió los ojos como platos.

— Dame más, necesito sentirte más—balbuceó Taehyung en sueños, frotando su increíblemente endurecido miembro sobre el muslo de Jungkook.

No podía ser. Jungkook ya estaba bastante cachondo solo por tener a Taehyung a menos de dos metros de distancia, ya no hablemos durmiendo en la misma cama. ¿Pero presenciar cómo tenía un sueño húmedo, y tener que escuchar y hasta sentirlo sobre su propia piel manteniéndose impasible? La situación era tan surrealista que Jungkook no pudo evitar reírse mirando al techo.

Entre notas [EN EMISION]Where stories live. Discover now