Capítulo 6 -Clavijero

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Tras pasar la tarde cumpliendo con sus obligaciones y charlando un tiempo extra con Namjoon, Taehyung recordó los planes que había hecho con Jungkook para cenar y la urgencia por volver a casa se hizo insoportable para él. Volviendo a casa, la mezcla de nervios y entusiasmo se apoderó de él. Inconscientemente, empezó a caminar a un ritmo frenético, con el deseo de estar con Jungkook lo antes posible moviendo sus pies por el asfalto ligeramente mojado por la humedad ambiental. Al llegar a su edificio, detuvo el ascensor en su planta para pasar un instante a su apartamento para dejar el violín, perdido en sus pensamientos.

"Solo es un encuentro casual entre dos amigos, solo ha sido una inocente invitación de mi A-MI-GO para cenar. Nada fuera de lo normal"

Pero hacía unas horas le había reconocido que quería besarle. E iba a sacar el poco valor que había conseguido recolectar para confesarle sus sentimientos. Y Jungkook nunca se había acobardado a la hora de hacer avances con él... quizá...

Ya con la mano en el picaporte de la puerta para salir de su apartamento, giró sobre sus talones para volver a dirigirse al interior. Se detuvo frente al espejo de su armario para comprobar si su aspecto era adecuado, y salvo unas ligeras ojeras bajo sus ojos, se vio bastante presentable. Luego, pasó al baño a volver a ponerse colonia, quitarse un par de pelos del entrecejo, y a lavarse los dientes. Era consciente de que carecía de sentido hacer eso cuando en escasos minutos estaría cenando, pero por si acaso a Jungkook le apetecía...bueno... finalizar lo que había empezado en el ascensor.

Antes de salir nuevamente del apartamento, sacó un par de latas de cerveza fría de la nevera para no llegar con las manos vacías y se dirigió a las escaleras para ir a su encuentro. Por el camino, iba pensando en algo ocurrente que decir cuando abriese la puerta, ya que el asunto que había provocado la invitación le ponía nervioso hasta el nivel de darle dolor de estómago.

"La cerveza es intelectual. Qué lástima que tantos idiotas la beban". Sí, esa podía ser una buena frase para romper el hielo. "Mantén el corazón y la cerveza negra siempre a mano". Pero era cerveza rubia lo que estaba llevando, además de que la cerveza negra le sabía horrible. De pronto, recordó una frase que escuchó decir a una compañera de instituto, y que siempre que la recordaba no podía evitar reír: "Este hombre es como la cerveza, mucha espuma y poca fuerza"

— ¡Hola! —saludó Jungkook, abriendo la puerta de su apartamento inesperadamente.

— ¡Soy idiota, y siempre tengo espuma en la mano! —gritó Taehyung, colapsando.

— ¿Perdón? —preguntó Jungkook, con cara de visible confusión.

— ¡No! ¡Mierda! Quería decir que... Olvídalo. ¿Cerveza? —dijo Taehyung, alargando la mano para darle las latas de cerveza, aun cuando lo que quería era ponérselas en la cara para calmar el ardor que estaba sintiendo en las mejillas por la vergüenza.

— ¿Gracias? —musitó Jungkook, todavía intentando analizar qué demonios había querido decir el otro — Pasa y siéntate en el sofá, ahora mismo saco la cena.

Al entrar, Taehyung tuvo una sensación extraña de familiaridad, ya que la distribución de habitaciones era idéntica a la de su apartamento. Pero, sin embargo, la energía que transmitía era completamente diferente. Varios posters enmarcados de grupos de rock decoraban las paredes, las cuales había cubierto por un papel pintado que imitaba unos ladrillos de forma muy creíble. El suelo estaba cubierto por gruesas alfombras, y en el lugar donde él tenía el atril con sus partituras, Jungkook tenía un pequeño altavoz sobre un par de alfombras extra. Disimuladamente, se acercó al aparato que le torturaba a diario con la intención de bajarle el volumen, pero para su sorpresa, encontró que estaba prácticamente al mínimo.

Entre notas [EN EMISION]Where stories live. Discover now