Capítulo veintidós

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—No... —niega con la cabeza —. Es mejor que dejemos esta charla aquí, espero que no andes diciendo esas cosas a otras personas.

—¿Y si tengo pruebas de que es cierto?

Tal vez era la razón por la que Elizabeth le gustaba tanto ir a la iglesia, o por la que iba a su casa. Tal vez por eso nadie sabía sobre su romance, tal vez por eso la fotografía del pastor junto a Elizabeth y las ganas de empezar de nuevo en otro lugar.

Tal vez...

—Vete a dormir, sé nota que estás cansada —Me dice mi padre. sé lo significan esos ojos, está decepcionado—. Y no hables con tu madre sobre el audio, se pondrá muy mal.

¿A cuantas personas les hubiese gustado ser Elizabeht? Yo era una de ellas. Tenía una sonrisa y un cabello perfecto, una personalidad que llamaba la atención de cualquier persona. Ella era hábil, sabía siempre lo que iba a hacer y cómo hacerlo.

«Me gustaría ser como ella en ese caso», pienso.

Subo a mi habitación y me llega un mensaje de Hans.

''Encuentrame en la iglesia, necesito verte.''

Llegó al punto de encuentro, veo a Hans cruzados de piernas en las primeras bancas.

—¿Te dejaron ir? —le pregunto.

Hans camina hacia mí con una sonríe y me mira fijo.

—¿Qué pasa, angelito? —me pregunta —. ¿Creíste que era un asesino?

Agacho la cabeza, y susurro:

—Tenía la esperanza de que por fin hayan encontrado a su asesino.

—Lord no lo es, te aseguro.

—¿Y cómo lo sabes? —le pregunto.

Hans respira ondo, y se acerca al altar. El color tenue de las velas realza su cicatriz.

—Por qué yo estuve con Lord la noche que asesinaron a tu hermana, esa noche discutimos por una chica.

—¿Por quién?

Observó a Hans de costado, en ningún momento se atreve a mirarme.

—Por Elizabeth —responde él —. Estábamos enamorados, la amaba tanto...

Me quedo inmóvil, en silencio, pensando en lo que me dijo mi padre.

—Todas esas llamadas, las cartas que encontré, ¿siempre fueron para ti? ¿Elizabeth y tú...?

—Esa noche nos íbamos a escapar juntos, empezar de cero como ella decía pero Lord me confesó que se había acostado con Elizabeth en una fiesta. Me volví loco, casi lo mato pero la pelea terminó en una tragedia para mí. Por eso mi cicatriz, Lord me la hizo.

—¿Cómo no pudiste decírmelo antes? Nos besamos, ¿qué fue todo eso? ¡¿Qué buscabas de mí?!

Siento un profundo dolor en el pecho, tan punzante como sus mentiras. Como ese beso que dejó de tener sentido.

—Nunca quise que algo pasara entre nosotros dos, no era mi intención pero las cosas se dieron de esa manera.

—¡¿Cómo no pude darme cuenta?! Sabías lo qué estaba haciendo por ella, sabías qué necesitaba respuestas.

—Ella me pidió que cuide de ti, fue una promesa —me quedo muda —. Elizabeth tenia todo planeado, no podía decírtelo antes.

Hans saca de su bolsillo un sobre, lo abro y dentro encuentro un pendrive.

—Ve a tu casa y escuchalo lo antes posible.

Antes de irme lo observo con dolor, e impotencia. Lo observo y me doy cuenta por qué me siguió en el motel o por qué insistía para que me una al grupo. Sus palabras amables, sus besos, cada pelea, todo se desvanece y pierde su sentido.

El transcurso de la iglesia a casa fue eterno. Me siento en una película, en una terror o de fantasía dependiendo con lo que me encuentre ahí adentro. La adrenalina está en todo mi cuerpo, en especial en los latidos de mi corazón que no me dejan respirar con normalidad.

No puedo dejar de pensar en Hans y mi hermana. En lo necia que fui todo este tiempo.

Voy en busca de la computadora y la conecto en mi habitación. Me pongo los audífonos. Mi manos no dejan de temblar.

Me detengo con miedo y nervios, pero al final conecto el pendrive y empieza a reproducirse un vídeo.

Mi corazón se detiene cuando veo su rostro en primer plano. Se me hace inevitable no llorar. Ella sonríe y sus ojos grises se achinan.

''Hola, hermanita. Siento que no te librarás de mí ni estando muerta pero te necesito. No tengo mucho tiempo, sé que van a venir a buscarme, así que Hans y tú serán los encargados de descubrir lo que me pasó. Son las únicas personas en las que confío realmente y sé que deben tener muchas preguntas. Hans tiene una llave que te pertenece, ahí está todo lo que deben saber. Te amo, mi querida hermana.''

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Where stories live. Discover now