fourteenth

382 46 28
                                    

Salir de sus pensamientos ha sido algo imposible para él desde aquel extraño encuentro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Salir de sus pensamientos ha sido algo imposible para él desde aquel extraño encuentro.

Aunque a veces lograba distraerse, volvía a meterse en su cabeza durante un largo rato, dándole mil y una vueltas a lo que había escuchado, buscando una respuesta o intentando interpretar de alguna manera a lo que se refería aquel espectro.

Y en realidad, él no era el único que estaba raro, ni el único que lo notaba.

A pesar de todo había salido con el azabache, adiestraron un caballo para cada uno y estaban dando un paseo juntos, buscando lugares interesantes. Mientras que Spreen había vuelto a ser el mismo de siempre, ahora era él quien había cambiado.

No recuerda haberlo visto a la cara desde que le entregó las manzanas, ni siquiera se había tomado el tiempo de admirar su rostro libre de su cabello desordenado por el viento mientras cabalgaban. Era difícil, más después de un mensaje tan complicado, pero no era idiota, su ser amado era Spreen, entonces, ¿Qué pasaba con él?

¿Debía cuidar a Spreen?

¿O cuidarse de Spreen?

No sabía si las cosas no eran lo que parecía, o que ocurría, pero eso lo tenía distante.

— ¿Roier?

Una suave voz que tanto conocía llamó por su nombre y finalmente levantó su cabeza, volteando al mayor que le veía con curiosidad ya abajo del caballo, por lo se desconcertó, sacudiendo su cabeza.

"Tengo que dejar de pensar tanto." Pensó internamente antes de suspirar y responder al llamado.

— ¿Sí? Dime, osito. —respondió forzando una sonrisa para nada convincente, pero por suerte el mencionado lo dejó pasar.

— Tomemos un descanso, vení, bájate.

Ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar cuando el contrario fue a tirarlo del brazo casi que haciéndolo caer, pero alcanzó a sostenerse de las correas de la montura, haciendo reír a ambos hasta que por fin estuvo estable en el suelo. Le vió tomar las riendas de su respectivo caballo por lo que imitó su acción, acercándose hasta un pequeño lago, dónde al llegar le vió sentarse a un lado, mientras ambos animales empezaban a beber agua.

Esta vez sonrió un poco más tranquilo, acercándose a su pareja, pero un simple revoloteo de las hojas hizo que sobresaltara. Se sentía observado. La tensión había vuelto a su cuerpo.

Hizo una pequeña mueca, yendo a sentarse detrás del osezno, se cruzó de piernas y apoyó su frente en la espalda ajena, dejando que todo el aire saliera de sus pulmones.

Por fortuna, había silencio, era algo a lo que poco a poco se había acostumbrado al convivir con el azabache, al inicio, temía que estuviera enojado, triste o algo similar, incluso intentaba sacar temas de conversación aleatorios, pero luego comprendió que simplemente era parte de su novio, el silencio estaba bien, podían estar el uno junto al otro, sin hablar e incluso sin tocarse y estarían bien, con su compañía era suficiente.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 26 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

purple eyes | spiderbear ⭑Where stories live. Discover now