Capítulo diecisiete

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—¡¿Lency? ¿Estás en casa?! —grito.

—Llegaron... —aparece ella con una sonrisa.

Frunzo el ceño y me acerco a ella.

—¿Estas bien?—le pregunto.

Lency nos toma de la mano a Mia y a mí, nos lleva hasta la cocina.

—Quería que volviéramos a ser nosotras tres, como lo éramos antes—dice Lency con los ojos vidriosos.

Nos sorprende con tostadas y jugos sobre la mesa.

—¿Y el mensaje que me enviaste? ¿Era falso? —le pregunto.

—No iba a hacer fácil hacerlas venir hasta aquí y juntas.

—Mi madre no me deja faltar a clases —dice Mia, impaciente.

—Hay cosas que nunca cambian —susurro, mirándola de reojo.

—¿Qué dijiste?—me desafía Mia.

—¿Siempre haces todo lo que tu madre te dice? ¿Por eso dejaste de juntarte con nosotras?

—No hables como si fueras diferente a mí, siempre hacías todo lo que Elizabeth te decía.

—No hables de ella.

—Entonces tú no hables de mi madre porque no entenderás la razón por la intenta cuidarme—sus ojos se humedecen —. Mi hermano murió de un accidente en las escaleras y desde entonces todo es un caos en casa.

Lency se queda tan sorprendida como yo.

—No lo sabía... —respondo.

—Claro que no, siempre estuviste pendiente de la vida de tu hermana. Incluso cuando ya no lo esta—Mia se sienta—. Cuando pasó lo de Elizabeth me metí en la iglesia porque necesitaba encontrar esperanzas en algo.

—¿Y encontraste lo que estabas buscando?—le pregunta Lency.

—Aún no —confiesa Mia—, pero conocí a Hans y él me abrió las puertas de su hogar para ayudarme.

Digiero sus palabras con culpa, recordando el beso de la noche anterior.

—Vengan a sentarse —nos dice Lency con una sonrisa que podía hacernos olvidar de todo por un rato —. Se va a enfriar el jugo —bromea.

Intento todo el día estar presente en la comida que Lency preparo pero lo único en que puedo pensar es en lo que pasó la noche anterior. En Andrus, el misterioso de la habitación ocho y aquel beso.

«¿Y si Hans no estaba ahí por qué me siguió?», pienso.

—¿En que piensas? —me pregunta Lency.

—Simplemente estoy dispersa, lo siento. Pero me tengo que ir, tengo cita con el pastor.

Me acerco a Mia y recuerdo la promesa que hice con Hans.

—Si necesitas algo solo llámame. Siento mucho lo que le pasó a tu hermano —le digo y me voy.

Pero la culpa de haber probado sus labios me sigue a donde vaya.

«No soy tan diferente a mi hermana».

...

—Venus...—escuchar mi nombre me trae de vuelta—. Adelante, pasa.

Toco la puerta, pero ésta se encuentra abierta.

—Bienvenida, hija—me dice el pastor con una gran sonrisa en el rostro—. Por favor, siéntate.

Trato de observar lo más que puedo una vez que entro a su oficina.

—Mi madre está muy enferma y quería saber si usted puede rezar por ella—le pido—. Creo que la muerte de mi hermana la enfermo.

—Es la falta de perdón lo que nos enferma por dentro—me dice, agachando la cabeza—. Por supuesto que voy a estar rezando con ella.

—No sabe cuánto se lo agradezco—imito una sonrisa—. Podría pedirle otro favor más... Puede rezarse a mí.

—¿Qué te perturba? —me pregunta.

Sus ojos.

—Hice cosas que no debía.

El pastor se pone de pie y pone la palma de la mano sobre mi frente.

Cierra los ojos y repite una oración larga. Mis ojos permanecen abiertos, miro todo lo que tengo a mi alcance. Los cajones de escritorios, las hojas que estaba firmando, su maletín, miro sus estantes y en ese momento veo un cuadro. Hay un grupo de personas abrazándose, entre ellos mi hermana y la persona que tiene al lado es el pastor. Él la abraza y ella a él con una sonrisa plena.

—Amen—cierro mis ojos con rapidez y le agradezco su oración una vez termina.

El pastor me acompaña hasta la puerta.

—Deberías ir a confesarte, te vendría bien —me aconseja —. Tu hermana le gustaba ir mucho, incluso Hans se lo recomendó.

—¿Hans? Creí que ellos nunca habían hablado.

—¿Cómo que no? —se ríe con confusión —. Lo siento, pero se me hace tarde. Estaré rezando por tu madre.



...

Nota de la autora: ¿Cómo están? ¿Les están gustando los capítulos? Quiero ver sus teorías, algunas qué vi estan muy bienn

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora