•Perseus Stark•

Dulces Sueños

Realmente no me sentía tan cansado pero aún así en cuanto me acosté quede rendido. Sin embargo, esta vez no tuve la suerte de no tener sueños. Solo esperaba no despertar con ninguna fractura.

El sol brillaba fuertemente pero el viento fresco hacía que ese día no fuera tan caluroso como debería. Estaba caminando con alguien más y esta persona me tenía agarrado de la mano. Yo daba pequeños saltos mientras caminaba.

Un poco adelante se encontraba un puesto de helados, ya había varios niños con sus padres ahí comprando algunos. Supuse que íbamos a ir ahí.

——¿Qué sabor quieres?—— Preguntó el chico al lado mío, si mal no recuerdo creo que se supone que es mi hermano.

——¡Menta!—— El chico se río un poco por mi respuesta.

——¿Por qué no me sorprende?—— Parece que ésto es algo que pasa constantemente.

Cuando llegamos todavía había algunas personas esperando así que tuvimos que hacer fila. Se veía que les iba bien a los del puesto así que probablemente si están buenos los helados.

Mi energía de niño pequeño se hizo presente mientras esperábamos. Miraba a todos lados mientras saltaba en mi lugar y murmuraba lo que le iba a decir al que nos iba a atender. Algo que noté que se me hizo algo extraño era un señor que parecía estar viéndome, pero el niño no pareció notarlo pues no dijo nada sobre eso.

Había varias cosas que no me gustaban del señor. Primero que nada estaba completamente solo en un parque para niños. Ni siquiera estaba haciendo nada, solo estaba parado ahí. Tampoco podía juzgar tan rápido, tal vez estaba esperando a que la fila fuera más corta para comprar un helado. Aunque en realidad no puedo hacer nada incluso si realmente fuera un peligro.

Finalmente le dieron sus helados a las personas que estaban en frente mío. ——Buenos días, ¿que van a querer?——

——¡Helado de menta por favor!—— Ante todos los modales.

——¿En vaso o cono?—— Yo no había ensayado esa parte.

——En cono por favor.—— Afortunadamente mi hermano vino a mi rescate. ——Y yo voy a querer un helado de fresa, también en cono.——

En menos de un minuto los helados ya estaban hechos. Le agradecimos al trabajador y fuimos a sentarnos en una de las bancas del parque. Entiendo perfectamente por qué tanta gente viene aquí, el helado es delicioso.

——Cuidado que se te congela el cerebro.—— Le saqué la lengua, es mi decisión sí quiero congelarme el cerebro o no.

Podía sentir como alguien me estaba mirando pero el niño no notaba mucho lo que estaba a su alrededor. Aún así puedo apostar que es ese tipo extraño.

Mis sospechas fueron confirmadas cuando mi hermano también notó a ese tipo. ——¿Necesitas algo?—— Había una sonrisa en su cara pero molestia en sus palabras. Finalmente me volteo para darme cuenta de que el tipo estaba mucho más cerca de lo que pensaba.

——Perdón, solo estaba algo distraído.—— Su acento denotaba que él no era de ahí. Mi hermano no le creyó por completo pero aun así lo dejó pasar cuando el tipo se fue del parque. Pronto nosotros también nos fuimos.

Mientras caminábamos él estaba mucho más serio y agarraba mi mano como queriendo evitar que me soltara. Pero el niño no le dio importancia pues en sus ojos no estaba pasando nada fuera de lo normal.

Llegamos a la casa y mi hermano cerró la puerta con seguro en cuanto entramos. Mientras tanto yo estaba corriendo por toda la casa, buscando a alguien.