Exilio

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Estaba solo, Jason se fue a una misión hace una semana y yo ya no sé qué hacer. Tenía tanto tiempo libre puesto que los entrenamientos eran más cortos porque muchos campistas fueron mandados a reemplazar a los sátiros.

No podía hablar con ninguno de mis amigos, o mejor dicho ex-amigos, pues Annabeth se encargó de poner a cada uno de ellos en mi contra. No estoy seguro de que mentira les contó pero si algo tengo claro es que ella sabe mentir.

La mayoría del tiempo voy a la arena para entrenar o voy a pasar el rato con algunos de los nuevos campistas, ayudándoles en lo que pueda.

A veces trató de hablarle a alguno de mis viejos amigos pero siempre me evitan o ignoran, aunque había veces en las que me decían una que otra palabra. Piper se la pasa pegada a ella y siempre la mira con lástima, como si le hubiera pasado algo malo. O peor, como si yo hubiera sido el causante.

Trató de ignorarlo y hacer como si todo estuviera, como si ellos solo estuvieran ocupados, pero se muy bien que no es así. Todo este tiempo libre solo hace que tenga demasiado tiempo para estar encerrado en mi mente y lo único que quiero es volver a tener a mis amigos, o al menos saber qué fue lo qué pasó.

En el fondo se que si se alejaron de mí por una mentira y ni se dignaron en tratar de saber mi versión es claro que no eran mis amigos en primer lugar... Pero eso no cambia como me siento hacía ellos, no va a cambiar que los sigo viendo como si fueran mis amigos.

A veces, cuando ese tipo de pensamientos empiezan a recorrer mi mente prefiero salir y ver si puedo ayudar en algunas de las cabañas.

A veces ayudó a los hermanos Stoll a conseguir cosas para nuevas bromas mientras consigo armas o material para armas y se las doy después a la cabaña de Ares.

A veces voy a la cabaña de Hefesto y me enseñan a forjar diferentes armas y objetos, esto es información muy importante.

A veces voy a la cabaña de Demeter y me usan de regadera humana, aunque tampoco me quejó.

A veces voy a la cabaña de Apollo ya que algunos están obsesionados con que tengo que aprender a tratar heridas básicas en caso de una emergencia. También tienen la idea de enseñarme arquería, aunque es más probable que la flecha le dé a la persona detrás mío en vez de al blanco frente a mí.

A veces voy a la cabaña de Afrodita, les gusta arreglar mi cabello, es muy relajante y pacífico la mayoría de veces, aunque a veces se ponen a chillar mientras están de chismosas y me sacan de mi mundo de fantasía. Aunque a esa cabaña debo ir mientras Piper no está porque si me ve creo que sería capaz de apuñalarme con su daga.

A veces voy a la cabaña de Atenea, Malcolm siempre trata de enseñarme conceptos complicados o me marea con datos de arquitectura, pero entiendo que probablemente no tiene a mucha gente con la que hablar de esto además de sus hermanos. Claro, siempre voy a esta cabaña cuando Annabeth no está.

No puedo ir a la cabaña de Hades porque no soy para nada bienvenido, no sé cómo es que Annabeth logró poner a Nico en mi contra pero lo logró. Y el único habitante en la cabaña de Zeus está en una misión fuera del campamento.

Todo estaba relativamente bien, además en estos pocos días he podido conocer más a los nuevos campistas e intento hacer todo lo posible para que estén preparados para salir al mundo real. Lamentablemente esto no pudo durar mucho.

Me desperté como normalmente, hice mi pequeña rutina de la mañana y salí a desayunar. Pude notar que todos me miraban con una mezcla entre odio, tristeza, lástima, e incluso miedo. Algunos campistas me evitaban o me trataban como si fuera una figura de autoridad, y no en el buen sentido.

No entendía por completo lo qué pasaba pero tenía demasiada hambre como para pensar, después podría preguntarle a alguien.

Ya en la tarde decidí ir a la playa a relajarme un poco, relajarme fue lo único que no pude hacer.

Una luz cegante me invadió y cuando volví a abrir mis ojos estaba en el salón del trono. Los dioses estaban sentados en sus respectivos tronos, algunos me miraban con enojo mientras que otros parecían más tristes. Había excepciones como Dionisio que parecía al borde de dormirse y Hades quien miraba con enojo a los demás dioses, aunque eso es algo normal en él.

——Perseus Jackson,—— Dijo mi tío el dramático con voz autoritaria. ——has sido acusado de haber conspirado contra el Olimpo.——

——Además de haber roto el corazón de mi hija.—— Mucho diosa de la Sabiduría poco comprobar si te están diciendo la verdad.

——¿Cómo te declaras ante estos cargos?——

——Primero que nada, quiero un abogado.—— Déjenme descansar un rato, ¿por qué siempre tengo que lidiar con sus dramas? ——Segundo, soy completamente inocente. Aunque no parece que quieran cambiar de opinión.—— Digo, mi defecto fatal es la lealtad, no toma un genio para descifrar que sería muy difícil que yo hiciera algo así.

Pero ellos ya habían elegido un enemigo y no había nada que pudiera cambiar su objetivo.

——Quien creá la declaración de Perseus que levanté la mano ahora mismo.—— Afrodita, Apollo, Artemisa, Hades, Hefesto, Hermes y Hestia levantaron la mano. Les agradecí con una leve reverencia con la cabeza, ni siquiera pensé en mirar hacía Poseidon.

Ese es su problema.

——Quien creá que Perseus debe de ser exiliado al Tartaro levante la mano.—— Ares, Atenea, Hera, Poseidon y Zeus levantaron la mano, de cierto modo no me sorprendía.

Pensé que todo estaba bien, la mayoría estaba a mi favor, hasta que la sonrisa en el rostro de Zeus, no me miraba a mi estaba mirando algo o alguien detrás mio. Miré hacia atrás y vi a ambos campamentos levantando la mano, me sorprendió ver que ninguna cazadora se había puesto en mi contra, probablemente por Thalia.

Talvez esté prohibido que alguien que no sea del consejo vote, pero es su juego y ellos pueden cambiar las reglas a su conveniencia.

——Perseus Jackson, por elección popular vas a ser exiliado al Tartaro por los siguientes 30 años, pero por lo que has hecho por el Olimpo te voy a dar 15 minutos para agarrar todas tus cosas antes de irte.——

Después de un momento, estaba de vuelta en el campamento. Lo único que tenía estaba en la cabaña así que me dirigí ahí. No es que tuviera muchas cosas pero ese número se hacía más pequeño cuando quitamos todas las fotos que tenía. Ahora estarían bajo mi cama como el mal recuerdo que son.

Al terminar de empacar me acordé de Jason, él seguía fuera en una misión, probablemente nadie le diría lo que pasó en cuanto llegue al campamento y lo tomara por sorpresa. Mejor decirlo yo mismo, incluso si no es presencial.

Nunca creí que hacer una carta fuera tan difícil, pero tenía un tiempo límite y este mensaje era importante así que tenía que pensar en que escribir rápido. Definitivamente odio las despedidas.

Deje la carta en la mesita de noche al lado de mi cama, agarre mi mochila y salí a enfrentar la tormenta que yo no había causado. La grieta para entrar al Tartaro ya estaba ahí, realmente no pierden el tiempo.

——¿Algo más que decir?—— Preguntó el dramático.

——La verdad es que sí. Annabeth, espero que puedas encontrar a alguien que pueda amarte con ese orgullo que tienes.—— Ella solo miraba hacía otro lado sin querer aceptar la realidad. ——Oh, y espero que ustedes puedan encontrar a alguien que los salve en dos guerras diferentes incluso con el egocentrismo que tienen.——

Salté al vacío antes de que algún dios intentara pulverizarse por lo que acababa de decir.

Lo único de lo que me arrepentía era de no tener suficiente tiempo para despedirme de mi madre y Paul. Ojalá alguien más les cuente lo que pasó. 

•Perseus Stark•Where stories live. Discover now