But you're not mine

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[ 𝓜. 017 ]

𝓦|____ Willson

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𝓦|____ Willson

Okey, debía admitir que desde que le revelé a mi madre lo de mi relación con aquel ojiverde, hablarle de él me hacía sentir un tanto incómoda. Era la primera vez que ella se enteraba de mi vida amorosa, hasta decir "vida amorosa" me ponía incómoda a mí misma. Bueno, tal vez soy muy vergonzosa.

Así que ya pueden hacerse una idea de cómo fue para mí tener que pedirle permiso para ir a casa de Aidan, sobretodo porque sabía que ella querría tener la charla (y lo hizo). Eso convertía las cosas más escalofriantes.

Igual no la culpo, después de todo ella me tuvo a la misma edad que tengo en la actualidad, es comprensible el miedo y la preocupación. No obstante debo confesar que me dolió que no confiara en mí. Quise decírselo pero no quería que me malinterpretara de algún modo.

- ¿No crees que es un poco pronto que conozcas a sus padres? Digo, apenas llevan un mes de relación, es como escalar a otro nivel -. Sugirió mi progenitora a mi lado.

Ambas nos encontrábamos echadas en su cama una al lado de la otra con los pies apoyados sobre la pared.

- En primera, su padres no saben que soy su novia, piensan que soy su amiga, así como Sadie, Millie... Entonces quieren conocerme, en segunda, es sólo una cena no una propuesta de matrimonio -. Me atreví a decir vacilante. Rápidamente recibí un almohadazo.

- Bueno, como tú digas, ya estás grande y tomas tus propias decisiones -. Abrazó la almohada pensativa. - Te quiero, mi niña -. Dejó un beso sobre mi mejilla.

Escuchar ello hizo que me sintiera un monstruo por todas las veces en las que había hablado mal de ella con Mary, ¿era yo muy dura a veces? Probablemente. - Yo también te quiero, ma -. Me acerqué a abrazarla.

Nos mantuvimos así por un buen rato, con la diferencia de que, para no aburrirnos veíamos videos en su celular, relatos sobre casos criminales y así.

Hasta que Tea entró por la puerta provocando un gran estruendo. - ¡Tea! ¡Esa no es manera de entrar! -. Regañó mi madre.

- El chico... No recuerdo su nombre, la busca, está en la sala -. Anunció con un muñeco de Avengers en la mano.

- ¿Te refieres a Aidan? -. Pregunté levantándome de un brinco en casi un segundo. Mi hermana levantó los hombros dudosa. - Tengo que peinarme -. Asustada toque mi cabello semejante a un nido de pájaros.

- Sí, ve, yo iré a ver quién es, niña, tienes que aprenderte los nombres, así no se puede -. Le espetó a la pequeña para luego desaparecer hacia el salón.

𝐌𝐞𝐭𝐚𝐧𝐨𝐢𝐚 | 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora