𝐌𝐞𝐭𝐚𝐧𝐨𝐢𝐚 | 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓

Secretos

[ 𝓜. 015 ]

𝓦|____ Willson

Todo marchaba de maravilla hasta ahora, estar con ellos hacía que todos los problemas en mi cabeza se disolvieran, como si nunca hubiesen existido. Sus risas eran contagiosas y me hacían sentir bien. Sobretodo porque esa noche nos acompañaba James, persona la cual no esperaba en ese lugar, pero al parecer Noah lo había invitado y lo agradezco demasiado.

En cuanto el castaño de ojos avellana fue a hablar con Finn y Jaeden (que por cierto mantenía su distancia desde hace semanas), aproveché para poner al tanto de las cosas a mi mejor amigo, sin antes hacerle un interrogatorio sobre lo que sucedía entre él y Erin.

Aclaró que fue un error lo que sucedió esa noche y no saben el alivio que me causó, y no es que fueran celos ni nada, sólo no sabía como decirle que ella no me agradaba en lo absoluto, pero no fue necesario porque luego confesó que a él tampoco le caía bien Erin.

- Como sea, ya dime, ¿estás saliendo con Aidan o no? -. Lanzó directo y sin preámbulos.

- No, sólo somos amigos -. Contesté secamente, por dentro era un manojo de nervios, por supuesto que quería que todo el mundo se enterara que estábamos juntos pero a la vez tenía miedo de que dijeran que era muy pronto para ser novios, aún no nos conocíamos del todo... Pero es que el cariño que sentíamos era más que el de una amistad.

- Yaaa, no me mientas, te conozco desde que era así -. Simuló con su mano la estatura de alguien pequeño. - No diré nada, lo prometo por el meñique -. Extendió el dedo mencionado.

- Uhg, bien, tú ganas, sí estoy saliendo con él, ahora, boca cerrada, porque que alguien se entere y sabré que fuiste tú -. Lo golpeé con mi dedo índice libre.

- ¡Lo sabía! A leguas se les notaba.

- ¿En serio? -. Me asusté al pensar que todo el mundo ya sospechaba.

- No, bueno, no sé, más o menos -. Señaló con su mano. - Mira, allí viene tu novio -. Susurró burlesco, rápidamente le di un codazo.

Fuera de eso, era cierto, hacia nosotros venía el ojiverde, cuyo aspecto me preocupo, su tono se veía pálido. - Hola de nuevo James -. Lo saludó y éste sonrió de oreja a oreja como hacía con todos, era particular de él estar sonriente siempre. - Mis padres quieren que ya vaya a casa, así que...

- Oh claro, está bien, nos vemos otro día, niño -. Lo abracé con fuerza y él hizo lo mismo, mientras Aidan iba a despedirse del resto. - Te quiero -. Susurré contra su hombro, era importante decirlo cuando nos veíamos cada cierto tiempo (los cuales eran muy largos).

- Yo también, ____.

La campanilla en la puerta del bar hizo llamar nuestra atención, por ella entró Madd secándose los ojos, parecía haber estado llorando un poco.