P.O.V. Liliana. Mis primos, hermana y yo llegamos a la casa hace unas horas. Esta estaba vacía, mis tíos estaban en la oficina al igual que mi abuela, así que en la casa sólo estaba mi abuelo pero como estaba delicado aún nadie había ido a molestarlo.
Estaba leyendo en la sala, esta súper concentrada en mi libro, pero en eso siento que alguien se sienta a mi lado.
—¿Qué lees?—miré hacia mi lado viendo a Josh—.
—Los miserables—le mostré el libro—pero ya casi lo termino—cerré este para acomodarme mejor y mirarlo—¿necesitas algo?
—Si, hablar contigo—le hice una seña para que siguiera—escucha... estaba pensando en ya no hacerlo, porque siento que la vida quiere que así sea—fruncí el ceño levemente—pero ya no puedo guardármelo.
—Pues decirme lo que sea, Josh—dije tomando su mano, él me miró y sonrió levemente—.
—Me gustas—soltó de la nada—.
Una parte de mí lo imaginaba, lo sentía... pero escucharlo era más ¿extraño? Así que me senté recta ante tal impresión.
—Y no es algo de ahora, es de años, Lili—colocó su mano en mi mejilla—jamás te dije nada porque siempre nos hemos llevado bien más allá de no ser familia de sangre, además creí que habría problemas con el abuelo y...
—Josh—lo detuve riendo levemente, este suspiró y rió—puedo imaginarme de porque no me lo dijiste antes, así que respira—el asintió sonriendo—y... mira, en estos últimos meses me ha pasado de todo, y la verdad... ahora mismo no sé qué siento—admití algo apenada—nada me gustaría más que darte una oportunidad pero no quiero hacerte daño. No quiero que si al final del día no se da nada serio... perdamos la conexión que ambos tenemos ¿me entiendes?
—Lo hago, y gracias por ser sincera—me sonrió tomando mis manos—entiende que muchas personas pueden tener sentimientos hacia ti, pero no estás en la obligación de corresponder a todos.
Le sonreí levemente y lo abracé con fuerza.
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P.O.V. Angie. Había salido con mis papás y hermanita a comprar cosas para una noche de película. Pero cuando llegamos a la casa nos enteramos que mi tía Columba se había llegado a Kika y Oliver de la casa. El tío Gael estaba muy mal.
—Lo siento mucho, tío—dije tomando su mano—pero estoy segura que mi tía recapacitará.
—Gracias Angie, yo también espero eso—me sonrió el—.
—Lo siento mucho por no haber estado aquí, me acabo de enterar que mis primos y Columba se fueron de la casa—entró Ana Ju al cuarto—no pensé que fuera a pasar algo tan terrible.
—Si, acaban de irse—contestó mi tío—y siento que han estado lejos mucho tiempo. El que tenía que haberse ido era yo—dijo este—Oliver necesita estar aquí con sus cosas, eso le da estabilidad. Y Kika lo que necesita es atención de todos nosotros.
