Parte /3/Alejandro

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─¡Mis trenzas, mis trenzas, me has deshonrado!

─Y junto con tus trenzas, también la vida te voy a quitar, falsa, desgraciada.

Al oír los gritos de la mujer, salieron sus padres, sus hermanos y algunos vecinos, en ese momento Alejandro reaccionó, montó su caballo huyendo del lugar, fue directamente al rancho le conto a su patrón lo sucedido.

─¡Patrón, patrón ya la fregué!

─¡Cálmate, cálmate y cuéntame lo sucedido!

─Encontré a mi novia abrazada de un fulano, me segué y en medio de mi furia le corte las trenzas y si no hubiera huido el cobarde con el que estaba abrazada en estos momentos estaría muerto y ella se salvó por poquito.

─Pues sí que la fregaste, tienes que huir, porque eso que hiciste está penado por la ley y si te agarran vas a ir a parar a la cárcel, me pesa mucho perderte eres uno de mis hombres más leales que tengo, pero que le vamos hacer la cagaste feo.

─Pues sí pues, pero la rabia me cegó y pues a lo hecho pecho, lo que más me duele, es que donde voy a estar mejor que con usted que me conoce desde que nací, pero ya veré, que hago por lo pronto me voy a los Estados Unidos.

─No nada de eso, allá es donde te van a buscar primero, te recomiendo que te vayas al centro del país, entre más lejos te vayas es menos probable que te encuentren, y mira por trabajo no te preocupes, te voy a dar una carta de recomendación, es para mí hermano, él tiene una hacienda en el sur, aquí en la carta te recomiendo ampliamente, cuando termino de escribir la carta sacó un fajo de billetes que le dio a su empleado.

─Ten este dinero, con mi hermano vas a estar bien, estoy seguro que te va a tomar a su servicio y si por alguna razón no te necesita, le pido que te recomiende ampliamente con alguno de sus conocidos.

─Gracias patrón, no esperaba menos de usted, yo a falta de padre, usted ocupó su lugar.

Los hombres se dieron un fraternal abrazo y se despidieron para siempre. Y así, por azares del destino Alejandro, llegó a la misma hacienda donde vivía Francisca.

Después de varios días de camino Alejandro llego a la hacienda, unos hombres le impidieron el paso, tomaban sus precauciones, ya que en ese tiempo abundaban las gavillas de bandoleros.

─¿A dónde cree que va mi amigo?

─Vengo a ver al patrón, necesito hablar con él urgentemente.

─Y que dijo, este pendejo ya me dejo pasar, pos fíjese que no, si no me dice pa que quiere hablar con el patrón usted no entra.

─Miré señor no desconfié, traigo una razón para su patrón de parte de su hermano Heriberto.

─Heriberto, ¿dice usted, Heriberto?

─Si señor, Heriberto.

El hombre le pregunto a su compañero.

─¿Tú sabes si el patrón tiene un hermano llamado Heriberto?

─Pos que yo sepa no, pregúntale su apelativo, (apellido) si es hermano del patrón se tienen que tener el mismo apelativo.

─¡Pos si verda!

─Oiga amigo como se apelativa el tal Heriberto, ese que dice que es hermano del patrón.

─Su nombre completo es Heriberto Santoyo Ramírez.

─A pos entonces si es su hermano, esos son los apelativos del patrón, pero por las dudas arráncate a la casa grande y le dices al patrón que aquí hay un vale que dice que viene de parte de su hermano Heriberto.

RamonaWhere stories live. Discover now