𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞 - 𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦

- 𝗜𝗧𝗢𝗦𝗛𝗜 𝗦𝗔𝗘

'Una ventisca'

ITOSHI SAE X LECTORA

Notas de Luna: Que bonitas pestañas tiene el trauma hermanos.

'Odio a Sae' ese era un pensamiento que ella nunca pensó tener, uno que su niña interior desprecio con el alma pues ese niño lo había sido todo para ella un día, un amor infantil y dulce... Oh pero Sae ya no era ese niño, era un adolescente casi adulto que de un día a otro decidió destruir todo lo que tenía en Japón, todo lo que alguna vez el fue.

Sae era su persona favorita por mucho tiempo, era su fuente de admiración constante y además su primer amor. El lo era todo para ella incluso a una edad temprana, ella iba a cada entrenamiento, cuidaba a Rin mientras el estaba jugando y cuándo Rin también entro al equipo comenzó a apoyarlos a ambos.

Cuándo uno hace tanto por alguien más espera que hagan lo mismo de vuelta, que le den ese cariño y aprecio, ella creyó tenerlo, por esto mismo lo espero cuándo se fue a España.

Pero ahora, se sentía solo una ridícula y estaba demasiado avergonzada de si misma, tal vez las palabras que prenuncio fueron que odiaba a Sae pero realmente se odiaba a si misma, por dedicarle 17 años de su vida a alguien que rompió todas sus promesas en una noche.

Sae era prodigio y un genio, ella admiraba esto de el, lo dedicado que era suficiente como para a los 13 años fuera fichado, pero Rin y ella no estaban tristes por verlo partir, de hecho los dos se motivaron más a seguir sus pasos. Ambos se esforzaron tanto solo para poder sentirse a la altura.

 La historia de Rin es amplia y es una que se contara mil veces cuando el sea un profesional ¿Pero la chica? ¿Itoshi Sae hablaría algún día de su primer amor? 

Se conocían desde los ocho años, el era igual de presumido desde niño pero por alguna razón dejaba que ella merodeara a su alrededor, desde ese entonces ella decidió que quería estar junto a Sae. 

Y el, bueno, el no entendía porque una niña decía gustar de el, tenían ocho años.

Pero ella no se despegaba de su lado, no lo olvidaba por más malo que llegara a ser y más importante, ella tenía una especie de imán que lo unía a el y era mutuo.

- ¡Déjalo en paz! - la chica con los ojos llenos de lagrimas se tiro frente al que se había convertido en su propio hermano menor con el tiempo para envolverlo en un abrazo, como si lo estuviera protegiendo.

¿Dónde había quedado ese imán?

¿Dónde estaba esa promesa?

Sae había hecho dos promesas, una para Rin y otra a ella. La de su hermanito ya es conocida pero la de la chica, era un futuro te amo, una promesa de estar juntos el día que fueran lo suficientemente grandes como para entender lo que era ser pareja.