.ೃ࿔ • ༄ ━━ 13. That was the night I nearly lost you I really thought I'd lost

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.ೃ࿔  • ༄  ━━ 13. That was the night I nearly lost you, I really thought I'd lost you







We can plant a memory garden
Say a solemn prayer, place a poppy in my hair
There's no morning glory, it was war, it wasn't fair
And we will never go back to that...

— Taylor Swift.






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— Spencer debes ir a descansar — pidió Emily entrando a aquella habitación.

El genio se acomodó mejor en el asiento, se estaba quedando dormido, pero el llamado lo despertó. La pelinegra le extendió el vaso de café y él lo tomó mientras refregaba su rostro.

Miró aquella camilla del hospital donde Avery yacía tendida con dolor. Hacía ya dos días que estaba allí y todavía no despertaba.

Y él no se había movido de su lado.

Todo había pasado demasiado rápido, cuando vio como Recalt comenzaba a cortar su cuello tomó su arma y dió un disparo limpio al medio de su frente para correr hacia la chica.

La hemorragia era grande pero los paramédicos lograron estabilizarla en la ambulancia y después de dos horas de operación cuando llegaron al hospital, Avery fue trasladada a terapia intensiva donde era monitoreada las veinticuatro horas. Spencer se negó a dejar su lado, de hecho se había peleado con medio hospital debido a eso y si no fuera por Hotch probablemente no le hubieran permitido siquiera la entrada.

— No dejaré esta habitación hasta que despierte, Emily. Ya lo he dicho.

— Claro, porque lo primero que quiere ver Avery es a su novio pareciendo medio zombie cuando despierte — ironizó la mayor.

Era la primera vez en esas sesenta y cuatro horas desde el secuestro de Avery que Spencer sonreía un poco.

Una sonrisa cansada, pero una sonrisa al fin.

— No puedo dejarla aquí sola — negó.

— Yo me quedo, no estaré sola. — afirmó la castaña, sentándose a su lado — Además es solo unas horas, tomas un baño y duermes un poco.

— ¿Sabes lo que encontraron cuando hicieron la redada allí? — preguntó con la mirada perdida, solamente viendo la muñeca llena de moretones de la chica — Ella estaba atada, buscó la forma de desatarse de aquella camilla de metal, había sangre en los precintos, ella tenía morfina en su sistema y aún así recorrió dos kilómetros de túneles solo para intentar salir con vida.

Willow | Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora