Capítulo XIV: Querido Diario II

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Miércoles 3 de abril del 2012

Dalí llamó a eso de las 7 avisando acerca de la urgencia de la unión Fisher-Levrino-D’Arce, me alarma de manera impresionante como este mercado, que antes era tan tranquilo este últimamente tan reñido, ¡el reino peligra!, aunque ya hallaremos la manera de resolverlo. Luego de la llamada un desasosiego se apoderó de mí, como si el karma empezara a hacer justicia, ya era hora. Después del almuerzo Shantall hizo la escena de celos final de la relación, luego de media hora de pataleta en contra de todo lo que se le pudiera ocurrir con tal de fastidiarme la vida decidí dejarla ir, o más bien sugerírselo, ella es otro dolor de cabeza, no entiendo que estaba pensando, ¡ Nisiquiera se lleva bien con Grazia! ¿Por qué aguantarme entonces su mal humor? ¿Por qué seguir si estúpida dieta? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Por miedo! Tienes que aceptarlo Alessandro algún día tendrás que enfrentar la soledad, por más que te cueste. Su fantasma aparecerá de nuevo, a las nueve o a las doce, en el desayuno o mientras de ducha. No puedes huir y menos si todo te recuerda su nombre, hasta el ambiente en la mansión pues la nueva nana-medio bruja de Grazia, quien en extremo excitante y misteriosa, ha aprendido a cocinar su postre favorito. ¿Cómo hacer para olvidarla?

Aunque debo confesar Alessandro del futuro, que desde Armonía llegó a la casa todo se siente diferente, o no sé si soy solo yo, pero cierto es que todo parece más alegre, hay más color, todo sabe más dulce, el sol quema menos. Es Armonía, tiene que ser ella, ella y su risa nerviosa, sus ojos, su piel, su manera de andar por ahí haciendo algarabía, dejando su olor azucarado en cada sitio por donde pasa, haciendo que me olvide por momentos de todo, hasta de Anabelle, es más la hubiese besado esta noche, mientras jugábamos Scrable y ya dormida la princessa en sus brazos y mientras trataba de definirla, sacando al galán que hay en mí, quise besarla, desee probar sus labios y ver si son tan dulces como su aroma. ¡Pero no pude! Su silueta se dibujo en mi mente, la vi de nuevo en pijamas merodeando por la casa, diciendo mi nombre con rabia, recordé esa noche y esa lluvia, vi de nuevo el odio en sus ojos, la locura en su habla, el sentir perderla y no poder hacer nada, su recuerdo llegó y arruinó el momento pues Nía creyó que no la quise besar, pero no es que no quisiera, sino que no pude. ¿Algún día pudiste Alessandro olvidarla? ¿Ya te pudiste perdonar?

Antes de dormir Donni llamó. Me confirmo lo que Dalí me había contado en la mañana: las chicas y ella vendrían a ayudarme con lo de Levrino, lo que aún no sé es como mi amigo sabía este dato. ¿seguirá hablando con Jhanell? ¿le habrá dicho ya? ¡Ese hombre es muy tonto si no lo hace!

NOTA: RECORDAR HABLARLE A DALÍ DE LAS OPORTUNIDADES PERDIDAS.

-Cambio y fuera-

Jueves 4 de abril de 2012

Muy temprano decidí ir por Grazia y tratar de sacarle información acerca de Armonía, quien ocupa gran parte de mis pensamientos, me gusta despertarme pensado en alguien más, me hace sentir vivo. La princessa no estaba en su habitación y no me costó mucho tiempo adivinar donde estaba, así que me encaminé a paso firme hacia el ala de empleados, todos se asombraban al verme pasar, ¿acaso el jefe no puede visitar los arrabales de cuando en vez?, cierto es que noté el paso de los años y la falta de la mano de mi esposa por aquellos corredores, donde el óxido, la pintura caída y la madera mojada reinaban por doquier.

NOTA: RECORDAR HABLAR CON ROGER Y EL ARRE PARA MEJORAS EN EL ALA DE EMPLEADOS. ¡¡URGENTE!!

Encontré a mi hija hecha un gusano con Armonía y sus sábanas, verlas juntas me enterneció a tal punto que pase por alto la premisa de no dejar a Grazia merodear por esa zona. Las deje dormir y me ocupé en recibir a mis familiares.

Donni estaba más delgada y el nuevo color de cabello resaltaba sus hermosos ojos, jhanell como siempre a la última moda de París o Milán o alguna revista quien me comentó mientras desayunábamos que se había encontrado a Emilio en un bar de Inglaterra hacia menos de un mes y desde entonces se texteaban con alguna regualridad¡Por fín!. Creo que reí más de lo común con aquel comentario, pobre, ella aún no sabe.

Un Cuarto para las 12.Where stories live. Discover now