—Hoy sabremos quien es nuestro primer paciente, sabremos quien es nuestro billete al tren del mundo de los trabajadores y la medicina— digo bromeando.

—Yo ya estoy en ese mundo de los trabajadores, la cafetería de Sam es un asco— niega con la cabeza—. Por cierto, ¿Has encontrado trabajo?

—Dios, Mona, llevo menos de 48 horas en ese departamento, no tengo muebles y me duele la espalda de estar colocando cosas— doy otro mordisco—. Sin embargo tengo que encontrar trabajo pronto.

Suspiro. Es un hecho frió, pero real. Tengo que encontrar trabajo cuanto antes, no quiero que mi madre siga pagándome el alquiler, ha gastado demasiado y aún le queda dos meses que pagar. Solamente espero poder encontrar trabajo lo antes posible.

—No sé si te gustará— dice Mona—. Pero unas cuantas calles más abajo de donde vives ahora, ha abierto el primo de Sam una cafetería y oí que buscan empleados. Inténtalo.

—¿Cómo sabes tú eso?— pregunto, aunque no esta mal la idea.

—Oí a Sam hablar con su tía— se encoge de hombros—. Creo que le ha pedido empleados.

—¿Y sabes cuánto pagan?

—Creo que lo mismo que a mí, pero suficiente para el alquiler, comida y algunos caprichitos.

—Lo intentaré— asiento.

—Le diré a Sam, seguro que si me pongo escote y le hago un poco la pelota hará que su primo te contrate— mira su reloj—. Aunque no te aseguro nada—empieza a recoger la mesa—.Vámonos, dentro de tres minutos el profesor empezará a repartir los informes de los pacientes y quiero que me toque algo bueno.

—Sabes que no tocará nada bueno— bromeo  levantándome junto con ella de la mesa.

—Lo sé, pero no quiero ver la oscura realidad— me sigue el juego.

(...)

Entramos a clase cinco minutos después del comienzo de la charla del profesor. Ha empezado contando su charla tan motivadora de paciente y médico. Nos cuenta anécdotas de su vida como psicólogo y todo lo que ha tenido que ver, oír y vivir. Ha ayudado a mucha gente. Ha visto de todo y le falta mucho por ver. Mucha gente lo admira, pues ha salvado vidas de gente que quería suicidarse y también, de adolescentes que creían que no tenían un futuro, pero que ahora en día están trabajando y con una familia.

—Bueno, me he enrollado demasiado— ríe apoyándose en la mesa—. Solamente quería daros una charla motivadora, contaros que en este mundito nada es fácil y sobre todo, no os regalaran nada. Debéis esforzaros por vosotros mismo, por vuestros métodos, sino no servirá de nada lo que estáis haciendo ahora.

>>Estos informes que os entregaré ahora, contarán con todo lo que debéis saber de vuestro paciente. Entender, que al principio es difícil. Toda la gente cree que si va a un psicólogo es porque está loco. Sin embargo, ir al psicólogo es algo de lo que nadie debe sentirse avergonzado. Y mucho menos esta loco, solamente busca ayuda. Debe admitir primero que se sienten orgullosos de ir y desahogarse.

>>También vale decir que he oído muchos rumores por estos centros, pero debo decir: que no, no son psicópatas. Son personas que necesitan ayuda, y la han encontrado de esta manera. Todos, absolutamente todos estos informes son presentados por el Estado, lo que quiere decir que algunos han estado en la cárcel por casos leves, incluso algunos no han terminado su condena. Algunos deberían seguir en la cárcel, sin embargo se les ha ofrecido esto y han aceptado . El Estado ha decidido darles una segunda oportunidad de esta manera, que 23 chavales los ayuden.

HOUDINI | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora