*la historia de una ____ llamada Rayita*
Bien, lo mejor será ir por el comienzo...
Una chica normal con una vida normal, ok no, eso sonó al inicio de LadyBug, pero la diferencia es que yo no tengo ningún secreto de superhéroes ni nada por el estilo...
―Estúpido, estúpido, estúpido, idiota, estúpido―Murmuraba mientras sorbía los mocos sentada en un banco lejos de toda la multitud. Mirando hacía el horizonte, me preguntaba que había hecho yo para merecer esas palabras ¿Por qué me había tratado de esa manera? ― ¿Tan fea soy? ―Yo creo que eres preciosa ― me respondió una voz a mi lado haciéndome saltar del susto ―¡Ah! Dios Takashi casi me da un infarto, no vuelvas a aparecerte así ―me quejé con la mano en el pecho para calmar mi corazón que iba a mil. Yo ya pensaba que la llorona había venido por mi, casi me voy al más allá.
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―¿Que estás haciendo aquí? ―Luna y Mana querían descansar un poco y conocíamos este lugar que esta apartado de todo, pero entonces te encontré aquí sola algo triste. ―No estoy...―estaba por replicar cuando vi también que venía Hakkai que se sentaba a mi otro lado sin decir nada, ni mirarme siquiera. Ya me había acostumbrado a sus "conversaciones" que se basaban más en lo que decía sin palabras, básicamente su cuerpo hablaba por él ― Bien si, pero no es nada importante. ―Todo lo que te haga llorar es importante para nosotros, pero entiendo que no quieras decir nada. Respetaremos eso, sin embargo, Hakkai esta de acuerdo conmigo que eres preciosa ― miré hacía el nombrado que solo giro la cara con un notorio sonrojo en sus mejillas lo cuál me hizo sonreír ―Tal vez esa persona tuvo un mal día, no justifico sus actos pero a veces las personas solemos decir cosas sin pensar simplemente las personas nos dejamos llevar por el momento ya sea enojo, tristeza, malestar...―me miro con una tierna sonrisa. ¡Dios mio, este hombre es un solecito, el mundo no te merece! ―No tenía derecho a hablarme así ―inflé mis cachetes― jum ―Nadie tiene derecho a hablarte mal, pero todos tenemos derecho a recapacitar
Suspiré con pesar, tenía razón. Tampoco sabemos la causa, la verdad es la primera vez que se comporta de esta manera...¡No, igual no hay excusa que valga!
No se el rato que estuve inmersa en mis pensamientos, como intentando buscar una respuesta a algo que claramente no la necesitaba, pero unos gritos a lo lejos consiguieron traerme de vuelta "Va a comenzar, vamos, corre"
―¡Vamos quiero estar en primera fila!―corrió una de las niñas ―No corras tan rápido o te perderás
Quiero un hermano, en momentos como estos extraño al idiota del mío. Como todos, teníamos nuestras diferencias y peleas pero sé que ahora mismo estaría intentando hacerme reír con cualquier tontería con tal de que deje de estar triste.
Voy a pedirle un hermano Koi y ponerle de nombre Tene o Tini, tremenda imaginación la mía. Si ya lo hice con mi nombre ¿porqué no lo haría con el suyo?
Próximamente, Tene Wakui.... Soy genial.
―¡Hermana vamos! ― exclamó Mana hacía mí ―Deben verlo juntos ― la miré confundida, no sabía a lo que se refería ―¡Los fuegos artificiales! ―Exclamó Luna
Lo había olvidado completamente. Corrí detrás de ellos entre la gente, pasando como podía para no perderme. Iban muy adelante, estaba claro que en cualquier momento los iba a perder de vista.
