Capítulo diecinueve "La batalla de Marmo Real" Parte 1

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Narrador: El Gato de Chesire

Volé hacia la cornisa del primer piso del castillo en el instante en el que noté que el dragón había abierto sus alas para salir a pleno vuelo. Abajo, la reina blanca y el Sombrerero iban directo hacia cuatro personas con arcos.

Cuando vi al sombrerero llegar a la batalla no pude evitar alegrarme, a pesar de haber recién salido de su prisión compartía felicidad, a pesar que estábamos siendo atacados. 

El dragón voló por encima de las cabezas de El sombrerero y la Reina Blanca, aterrizó en el techo del castillo, unos metros atrás de la cornisa, donde me encontraba. Bajé inmediatamente al suelo, quitándome del techo con mucho miedo, a mi mente llegó la niebla roja la cual sabía que significaba. Me abalancé sobre uno de los guardias negros, los pertenecientes al ejército de Stayne, cuando llegué a él me esfumé y el se quedo distraído. Lo atravesé, pero justo cuando pasaba por en medio tomé su corazón.

Al asesinarlo, la niebla roja se intensificó y  me nubló la vista. Sabía que estaba yendo a objetivos muy cortos. Tomé la espada negra que descansaba en el suelo del guardia fallecido, la sostuve, me convertí en alguien invisible y comencé a volar directo al techo, donde el dragón estaba.

Abajo, los guardias blancos luchaban contra los negros. Stayne se quedaba atrás, inmóvil en su caballo negro apreciando la batalla con una sonrisa maliciosa. Y la reina blanca y El Sombrerero se encontraban peleando con cuatro impostores.

Aterricé en el techo suavemente para que el dragón no me pudiera ver, ahí tan cerca logré apreciarlo de una manera mas completa. Éste era aun más extraño que el Jabberwocky, éste tenia la piel negra  combinada con azul, escamas por todos lados y era tal vez hasta mas grande. El Jabberwocky expendía de su boca una especie de rayos morados, éste lo hacia igual pero en lugar de morados eran un azul marino electrizable. 

Con su rayo, tiró una de las torres mas altas del castillo, volé por encima de él para impedir que tirara todo el castillo, me elevé mucho más de lo que creí posible y desde muchísimos kilómetros de altura dejé caer la espada negra justo en su espalda. No haría mucho daño ya que esta no era la espada vórtica pero al menos centraría su atención en mí y no solamente en destruir todo a su paso. 

Cuando la espada tocó su piel, se volteó a la velocidad de la luz hacía mi, sus ojos azules llenos de furia se postraron en mi cuerpo invisible. ¿Me podía ver? Claro que sí, era una versión nueva del Jabberwocky. Desplegó sus alas en un mili segundo y en uno más voló techo al cielo.


Narrador: Sombrerero

La reina blanca. 

¿Peleando?

La situación del,

país de las maravillas era catastrófica.

Me agaché esquivando una flecha

uno de los Cuatro atacantes la había lanzado.

¿Quiénes eran ellos? 

A un lado mío, la reina Blanca y yo 

Peleabamos espada a flechas y arcos 

contra los atacantes.

Enterré mi espada en el pecho de uno 

lo tiré al suelo y esquivé una flecha más que venía

-¡Cuidado!  Gritó

Creí que era Alicia, pero no 

era la Reina Blanca

Volteé a ver que le preocupada

Stayne.

Stayne se abría paso hacía nosotros. 

Tal vez haber matado a uno de 

los Cuatro atacantes 

lo enfureció. 

La Reina Blanca me miró, 

me hizo la seña

y corrí.

La dejé peleando con los tres.

Cuando Stayne y yo 

cruzamos caminos, 

su cara enfureció 

sacó su espada plateada 

preparó,

y me dio. 




Suerte, 

suerte que había esquivado su golpe.

Me subí a su caballo y comenzó 

comenzó nuestro, 

nuestro duelo.

¿En que son iguales las personas a los dragones?

Ambas son bestias.






Alicia en el pais de las maravillas.Where stories live. Discover now