Capítulo Catorce. "Destrozar en rojo"

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PRIMER CAPÍTULO DEL MARATÓN 1/3. NO OLVIDEN COMENTAR:) (sig. capítulo en 5 min)

Narrador: Alicia

Las manos que rodearon mi boca y mis ojos eran cálidas, por mas patadas que dí, no logré liberarme y al parecer mi secuestrador le afectó eso más ya que sacó una sustancia de su bolsa, la puso a la fuerza en mi boca y a los segundos después caí desmayada. Sin embargo, en los últimos segundos extrañamente pensé en Landon.

Desperté sobresaltada por el amanecer en una habitación en cierta forma parecida a la mía, significaba que estaba en donde una persona "importante" se hospedaba en el castillo. Alcé mi vista y me encontré con el Anciano, el sujeto viejo que hablaba con Stayne justo la noche pasada. A quienes había estado espiando.

-¡¿Que hacías en esa habitación?! -el Anciano me observó.

-Yo.. me perdí. En serio no sabía en donde quedaba mi habitación.

-¡Mentiras! -gritó el Anciano-. Tal vez puedas engañar a Stayne, pero yo no me creo muy bien tus mentiras Alicia, en definitiva no.

Me quedé callada, simplemente no sabía que decir. Y al parecer el Anciano, después de compartir el silencio conmigo igualmente cedió. Me dejo marchar a mi habitación. Mientras regresaba a mi cuarto, pensé que debía regresar a esa habitación, o sino a la habitación del Anciano en un futuro.

Cuando llegue a mi cuarto, Landon estaba sentado en mi cama, sosteniendo una pequeña pelota en su mano preocupado. Cuando entré se sobresalto y se paró de la cama.

-¿Dónde estabas? ¿Por qué no estabas en tu habitación? -dijo y me lancé a explicar todo lo que había sucedido en la noche, después de que el mismo me dejará, cuando terminé lo único que exclamó fue:

-Voy a matar a ese anciano de verdad.

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Narrador: Reina Blanca

El gato de Chesire y yo vimos a mi hermana, sentada en su "trono" y con las manos ensangrentadas a sus costados por unos segundos, después cuando íbamos a entrar a la habitación, el gato me tendió su mano para que desapareciéramos. Pero cuando el humo comenzó a surgir y nosotros comenzamos a desaparecer, mi hermana habló.

-Déjate de tonterías, se que estas ahí.

Así pues, aparecimos y comenzamos a caminar hacía ella. Pero la postura que había tomado anteriormente cambió, las manchas negras debajo de sus ojos se hicieron mas que visibles y comenzó a llorar, cosa que ni si quiera cuando eramos niñas había visto. No era un llanto despiadado, solamente las lagrimas caían por sus mejillas, pero ella apretaba sus puños en señal de enfado.

-Hermana -comenzó a decir, pero paró y vio a sonriente. El gato notó la señal y se retiró de la habitación, nos quedamos a solas y ella continuó.

-Se qué mi reinado ha terminado -sus lagrimas seguían deslizándose por sus mejillas-. Y vaya que me duele. Debes debes saber que me iré, tal vez solo un tiempo pero tal vez para siempre. Simplemente, aquí ya no es más mi lugar.

<<Y sé, sé que mi reinado no fue el mejor, que mereces esa corona que llevas puesta por que técnicamente me la arrebataste, pero esta bien. Solo que antes de irme, antes de irme...

Debes saber, antes de que lo haga de que el Jabberwocky no fue lo último.

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Narrador: Alicia

La mañana fue tranquila, era realmente reconfortante y a la vez extraño el haber encontrado alguien con quien pasar mi tiempo en esta prisión al mi parecer. Landon llegó con dos pequeños postres que había robado de la cocina, me tendió el que tenía menos glaseado encima. Pero cuando me lo estaba acercando a la boca, Landon lo empujo y mi cara quedó repleta de Glaseado, le eché una mirada asesina después de la sorpresa que me llevé pero al instante, los dos nos encontrábamos riendo a carcajadas.

De alguna forma Landon calmaba mis ansias, y vaya que ese día con todos los próximos planes que tenía fue un alivio poder olvidarlos.

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Narrador: Reina Blanca

Mis manos comenzaron a temblar, la sangre en las manos de mi hermana, sus mejillas llenas de lágrimas y su reciente confesión me dejaron helada y ciertamente estupefacta.

-A.. ¿A que te refieres? -dije nerviosa.

-¡Pues a lo único que podría referirme por dios! -gritó, me sobresalté y noté que sus manos temblaban.

-Por favor hermana, necesito que me ayudes comprendiendo. ¿Cómo que el Jabberwocky no fue lo último?

-Pues así, no fue lo último. Verás, cuando por primera vez encontré a mi bebé... Lo encontré cuando apenas era un pequeño y en infratierra no se había visto nada igual. Pero cuando iba a ser el fin, cuando fue la batalla en el campo de ajedrez, el mismo me lo confesó. Antes de salir, el sabía que moriría.

<<Me confesó que moriría, pero que resurgiría de algún modo, no como él mismo pero un dragón nuevo nacería.¡Y no se cuando! Creo que ese día estaba tan... tan nerviosa de perder mi reinado.

Que no se me pasó por la cabeza preguntar cuando regresaría.

Y así, noté que mis manos también temblaban por que sabía cual probablemente era el fuerte del nuevo ejército de Stayne, sabía que iban a usar como arma. Tenía que avisar a todos, a todos en Marmo Real inmediatamente, pero mis pies seguían inmóviles por que claro, estaba paralizada por lo que mi hermana acababa de confesar. Si pensaba que con el reinado de mi hermana Infratierra se había ido a las ruinas, con los nuevos planes y el nuevo monstruo, todo se perdería como jamás había sucedido.

Ella comenzó a cerrar sus ojos, pero la desperté del sueño en el que entraría.

-¿Hay más? ¿Que más sabes? -le dije sosteniéndola del hombro, desesperada.

-Si, sólo se una cosa más... -pero antes, antes de que dijera esa cosa, se desplomó sobre el suelo cayendo de su trono.

-¿¡Que pasa?! -grite desesperada mientras me agachaba a ver que pasaba, vi que justo en su espalda tenía enterrada una espada, la cual se ocultaba por el trono. Y que la sangre, la sangre que tenía en las manos era su propia sangre.

Alicia en el pais de las maravillas.Where stories live. Discover now