Cap 15

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Mis párpados se abrieron con pesadez, la habitación envuelta en sombras mientras luchaba por liberarme de los grilletes del sueño. ¿Qué me despertaba a estas horas?

Eran las 3 de la mañana cuando me levanté, el suelo frío de madera acariciando mis pies descalzos mientras descendía por las escaleras. La casa estaba envuelta en silencio. Quise ir a beber algo de agua a la cosina.

El sonido de mis pasos resonaba en el silencio de la casa, hacia mucho frío. Mis dedos encontraron el frío metal de la manija de la nevera.

Pero la tranquilidad se desvaneció en un instante, sentí a alguien detrás de mi y al voltearme solo pude lanzar el baso de vidrio con agua hacia la cara de quién estaba detrás.

—¡Ay! —exclamó Sam, retrocediendo y apoyándose en la isla de la cocina, sus ojos verdes brillando con sorpresa y dolor.

Ay no, Sam. La culpa se apoderó de mí al instante, un remolino de emociones que me envolvía mientras me acercaba a él con cautela. Mis manos temblorosas buscaron en los cajones de la cocina, desesperadas por encontrar algo que pudiera calmar el dolor.

—Lo siento mucho, Sam —musité, mis palabras apenas un susurro en la quietud de la noche. —Déjame ayudarte.

Sam asintió con resignación, una sonrisa irónica curvando sus labios mientras aceptaba mi oferta con paciencia y comprensión. Mis manos temblaban mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios, el tintineo de las botellas de alcohol y los apósitos resonaban.

El gesto de dolor que cruzó el rostro de Sam cuando el alcohol tocó sus heridas fue como un puñal para mi, un recordatorio vívido de mi error y la necesidad de enmendarlo. Sus ojos, fijos en los míos con una intensidad cautivadora, ya que me deje de mirar así.

—Deja de mirarme así —murmuré, mi voz apenas un susurro en la quietud de la cocina, mientras enfrentaba la intensidad de su mirada con determinación.

Sam arqueó una ceja, su sonrisa transformándose en un juego travieso mientras me observaba con complicidad.

—¿Así cómo? —preguntó, su mirada fija en la mía con una intensidad que me ponía nerviosa.

—¿Que ya no te devolví tu alma? —pregunte riendo un poco.

—Verdad, ¿cómo lo hiciste? —Pregunto prestando atención.

—Pues ya lo sabes, soy especial...

—¿Que tipo de especial? Porque Castiel dijo que se necesita demasiado poder como para devolverme el alma y más de el lugar en el que estaba.

—Sam...

—Astra dime, ya puedes confiar —me dió una mirada seria pero tranquila, ay maldita sea.

—Sam no lo sé, pero tengo mucho poder así como me ves, solo que a veces olvidó que los tengo porque... Soy humana, Sammy. Solo se que mi superior me dijo que tengo la fuerza necesaria para acabar con un "arcángel" si llega a pasar algo raro.

Sam conforme hablaba me prestaba atención, era muy lindo la verdad...

Fue entonces cuando lo entendí, la chispa de complicidad y deseo que brillaba en sus ojos verdes, una invitación silenciosa a perderme en sus pensamientos y emociones. Pero había demasiado en juego.

—Astra, ¿por qué te pusiste así cuando estábamos afuera ? —su voz resonó en la habitación, cargada de curiosidad y preocupación mientras buscaba respuestas.

Me quedé callada por un momento, la verdad atorada en mi garganta mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. Es un eco de vulnerabilidad y miedo que se deslizaba.

—Me iré en unos meses, Sammy. Es difícil... ver cómo rien y son muy felices—mis palabras flotaron en el aire, cargadas de angustia y tristeza mientras enfrentaba la verdad cruda y dolorosa de nuestra situación.

La mirada de Sam se suavizó, la compasión brillando en sus ojos mientras absorbía mis palabras con silenciosa comprensión. Se estableció un silencio entre nosotros, no incómodo, pero cargado de significado mientras nos enfrentábamos a la realidad de lo que significaba nuestra separación inevitable.

Después de desinfectar las heridas, mis manos temblorosas buscaron consuelo en el poder de mi magia, cerrando las heridas con un toque suave y sanador. Un suspiro de alivio escapó de mis labios, una sonrisa cálida y sincera iluminando mi rostro mientras miraba a Sam con gratitud y aprecio.

—Listo —susurré, el eco de mis palabras resonando en la habitación.

Pero antes de que pudiera retirarme, Sam me atrapó entre sus brazos con una fuerza que me dejó sin aliento, su cercanía envolviéndome en un abrazo cálido y reconfortante. La tensión en el aire era palpable, la electricidad entre nosotros zumbando con una intensidad, mientras nos enfrentábamos a la verdad cruda y dolorosa de lo que sentíamos el uno por el otro.

Sam tenía unos ojos verdes, un océano de emociones me atraía como un imán, su presencia sólida hacia que quisiera quedarme. Me encontré perdida en su mirada.

Hice que una silla se moviera detrás de nosotros, Sam al escuchar eso volteo hacia atrás y rápidamente salí corriendo, la risa burbujeando en mi garganta mientras escapaba de la intensidad de sus ojos verdes, un escape en medio del caos que nos rodeaba.

Sam me siguió con una sonrisa y mientras subía las escaleras trataba de hacer el ruido menos posible para que no despertarán los demás. Al llegar a mi habitación y era tarde, el me había atrapado otra vez.

—Oye, corres muy rápido para ser enana —dijo Sam agitado mientras respiraba.

Reí ante sus palabras, moví mis manos haciendo que ya pudiera tener el aire que necesita.

—Gracias... —dijo mientras sonreía.

—Ya vete —comenté entre risas.

Antes de ya poder decir otra palabra Sam se hacerco a mi y me plantó un besó, yo solo lo correspondí no podía hacer nada.

Lo admito, Sam y Sammy son muy diferentes.

Al terminar Sam solo me dió una última sonrisa sincera, se fue y cerró la puerta antes de irse. Ok Sam era el del beso, Sammy era el de la sonrisa.

Solo negué con la cabeza, me tire a la cama como una almohada y después de unos minutos caí un en inmenso sueño.

★★★

ɴᴏ sᴏʏ ᴍᴜʏ ʙᴜᴇɴᴀ ʜᴀᴄɪᴇɴᴅᴏ ɴᴏᴛᴀs, sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴛʀᴀᴛᴏ ᴅᴇ ᴅᴇᴄɪʀ ʟᴀs ᴄᴏsᴀs ᴘᴇʀᴏ ᴇsᴛᴀ ᴠᴇᴢ ɴᴏ ᴘᴏᴅʀᴇ ᴇxᴘʟɪᴄᴀʀʟᴇs, sᴏʟᴏ sᴇ ǫᴜᴇ ᴛᴇɴɢᴏ ǫᴜᴇ ɪʀᴍᴇ, ᴏᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ, ʏᴀ sᴀʙᴇɴ ᴇsᴀ ʙᴀsᴜʀᴀ ᴅᴇ "sᴀʟᴠᴀʀ ᴇʟ ᴍᴜɴᴅᴏ", ᴍᴇ ʜᴜʙɪᴇsᴇ ɢᴜsᴛᴀᴅᴏ ᴇsᴛᴀʀ ᴍᴀs ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴄᴏɴ ᴜsᴛᴇᴅᴇs ᴅᴇ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ...

• 𝒜𝓈𝓉𝓇𝒶 •


Deje la nota sobre a la mesa y solo pude dar la espalda e irme al salir Sam y Dean me esperaban, ambos me miraron algo preocupados.

—Oye, ¿estarás bien? —pregunto Sammy mientras me miraba.

—Si... —asentí y subí al auto.

Solo pude mirar por la ventana y despedirme de Mystic falls, otra vez...

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HOLAAAAA.

Espero y se encuentren muy bien.

Pues como ya saben las cosas andan muy tranquilas, quiero algo de drama, así que prepárense, se viene algo bueno.

• 𝑵𝒆𝒆𝒅 𝑩𝒂𝒄𝒌 𝑯𝒐𝒎𝒆Where stories live. Discover now