Cap 8

27 1 0
                                    

                   Unos meses después

—Hogar, amargo hogar... —solto dean mientras entraba a la habitación.

—Winchester y Winchester.

—¡Ah¡ Por favor.

Estaba en el estacionamiento sacando mi equipaje y escuché unas voces desde nuestra habitación.

—Oigan chicos...

Esto tiene que ser una broma, cass.

—¿Cass?

—Astra...

—¿Se conocen? —pregunto Sam.

Cass y yo nos miramos unos segundos y no supe que decir.

—¿No les dijiste?

—Oigan, no venimos para hablar de esto, los necesitamos —agrego Uriel.

—Acabamos de regresar de eso —dije ya cansada.

—Baja ese tono conmigo.

—Tu mide el tono que usas —dije acercándome a él.

—Acabamos de regresar del funeral de Pamela —agrego Sam rápidamente, poniendose delante de mi.

—Pamela. ¿Pamela, la psíquica? Ustedes la recuerdan —dijo Dean elevando la voz—. Cass, la recuerdas. Le quemaste los ojos. ¿Recuerdas eso? Los buenos tiempos —argumentó con sarcasmo.

—Si, luego murió salvando uno de sus "preciados sellos".

—Quisa dejen de manipularnos como piezas de ajedres, ¡Por cinco malditos minutos¡ —decia Dean, mientras yo estaba atenta a Cass.

—Lo siento, pero ¿qué se supone que hagamos? —soltó Sam—, porque un demonio con el poder de matar Ángeles está fuera de nuestro alcance. Oh bueno, por ahora de Dean y yo.

—Podremos con los demonios, muchas gracias.

—Cuando hallemos a quién lo hace —dijo Cass, mientras me miraba.

—Por eso vinimos por su estudiante... —dijo Uriel.

Mire a Cass rápidamente y negué con la cabeza.

—Dean, eres nuestra esperanza.

—Cass, ¡No! —dije rápidamente.

No puedo dejar que Dean viva lo que vivió en el infierno, o sea no, esto no puede ocurrir.

—No puedes pedirme eso, Cass. Eso no —decia Dean, mientras negaba rotundamente.

—No te lo está pidiendo... —Se acerco Uriel.

Rápidamente aparecimos en un lugar completamente distinto.

¿Dónde está Sam? Genial el hijo de puta no quiso que el venga.

Nos acercamos a una puerta.

—Esta trampa del diablo viene del enochiano antiguo. Está totalmente imposibilitado —agrego Cass.

—Fascinante, ¿dónde está la puerta? —dijimos Dean y yo al mismo tiempo.

—Queremos hablar con Cass, a solas —dije mirando a Uriel.

Rápidamente Uriel desaparecido

—No caminan lo suficiente, se van a poner obesos —dije mientras caminaba hacia el.

—Empiezo a creer que él tiene más sentido del humor que tu —dijo Dean, mirando a Cass.

—Uriel es el más gracioso de la guarnición, eso dicen.

• 𝑵𝒆𝒆𝒅 𝑩𝒂𝒄𝒌 𝑯𝒐𝒎𝒆Where stories live. Discover now