Cap 4

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La misma noche...

La oscuridad de la noche pesaba sobre mis hombros mientras me retiraba al balcón, sintiendo el agotamiento acumulado de las batallas y las emociones. Sam, siempre perceptivo, se unió a mí, su presencia reconfortante en medio del silencio.

—¿Cómo te sientes Astra? —murmuró Sam.

—Cansada, pero no te preocupes por mi —dije con una sonrisa pequeña—. Estoy bien.

Asentí, sintiendo cada vez más difícil sostener el peso de este mundo sobrenatural. Sam, sin pensarlo me envolvió en sus brazos.

—Descansa, Astra. Has hecho lo suficiente hoy. Estamos aquí para apoyarnos —dijo Sam suavemente, colocando su barbilla en la parte superior de mi cabeza.

La quietud de la noche se llenó con el latido constante de nuestros corazones, compartiendo la carga de nuestras experiencias sobrenaturales. Su abrazo era un refugio contra el agotamiento, se sentía bien...

—A veces, me pregunto si alguna vez encontraremos la paz en medio de todo esto —susurré, permitiéndome descansar en su abrazo reconfortante.

—Quizás no la paz que conocen las personas normales, pero encontramos momentos de tranquilidad. Y en esos momentos, estaremos juntos —respondió Sam, su voz transmitiendo una mezcla de resignación y determinación.

—Sam.

—¿Puedes prometerme algo?

—Claro dime.

—¿Puedes no enamorarte de mi?.

—No lo se, Astra —dijo mirando a otro lado.

—Por favor, Sam. Sabes que me iré y no será lindo cuando lo haga —respondí, mientras ponía una de mis manos en su mejilla.

El no dijo nada, estaba mirándome con angustia.

Me gustaría leer su mente, pero no puedo.

—Esta bien, pero solo trataré, no puedo prometer algo que se que no cumpliré —dijo dándome una sonrisa ligera.

—Gracias.

Sam se acercó a mi otra vez y me abrazo, cerré los ojos, dejándome perder en el calor de su abrazo. La altura de Sam y la diferencia de tamaño entre nosotros se volvían evidentes, pero en ese instante, la única medida que importaba era la conexión compartida de dos almas cansadas.

La brisa nocturna acariciaba nuestros rostros, y en el silencio compartido, encontré un respiro. Sam, con su fortaleza serena, me recordaba que, incluso en la oscuridad, siempre había un rincón de luz donde encontrar. Con su apoyo, el cansancio se disolvía temporalmente.

★★★

El sol ascendía en el cielo cuando mi teléfono sonó con la distintiva melodía de Damon. Al contestar, su voz resonó con urgencia a través del auricular.

—Astra, nuevo caso. Demonio en la celebración del baile en la mansión de Klaus. Vengan formalmente, ya estamos en camino. —anunció Damon, dejando claro que esta no era una misión común.

Colgando rápidamente mientras la adrenalina se apoderaba de mí. La moda formal no era precisamente mi fuerte, pero sabía que la ocasión lo requería.

Sam y Dean ya estaban listos, impecables en sus trajes. En cambio, yo aún me debatía con un vestido que había elegido a toda prisa.

—Astra, deberías apurarte. La fiesta ya casi empieza y no sabemos cuánto tiempo tendremos antes de que el demonio actúe —instó Stefan, su tono impregnado de urgencia.

• 𝑵𝒆𝒆𝒅 𝑩𝒂𝒄𝒌 𝑯𝒐𝒎𝒆Where stories live. Discover now