31. Tras la tormenta

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—Kendra... es que creo que estoy embarazada—le confesó Marissa.

—¿¡Qué!?— exclamó Kendra muy sorprendida.

—No estoy segura, pero empiezo a sospechar.

Kendra quedó pensativa por unos instantes.

—Espérame un momento, ya regreso—le dijo a Marissa, quien la miró sin terminar de comprender.

Sin embargo, luego de un rato, Kendra regresó con una bolsa de plástico de la farmacia, se fueron a un lugar discreto y se la dio.

—Anda, ve al baño y háztela— le dijo Kendra.

Marissa sacó el contenido y vio una prueba de embarazo, un temor la invadió pero decidió salir de dudas, así que hizo caso a lo que su amiga le sugería.

Siguió las instrucciones y después de esperar el tiempo suficiente, salió del baño, Kendra la esperaba muy ansiosa. 

—¿Y bien?

Marissa se encontraba sin saber qué decir, hasta que finalmente habló.

—Estoy embarazada—dijo sin poderlo creer aún. No sabía si alegrarse o preocuparse por lo que estaba por venir.

Kendra la abrazó emocionada.

—¡Ay amiga, vas a ser mamá! me da muchísimo gusto por ti, pero... ¿no estás feliz acaso? te noto preocupada.

—Claro que estoy feliz, es sólo que no me lo esperaba, y no sé cómo reaccionar, no sé si este sea un buen momento para tener un bebé—dijo Marissa estrujándose las manos.

—Tienes que hablar con Luka y decírselo, estoy segura que se pondrá feliz.

—¡Ya me puse nerviosa!

Kendra intentó calmar a su amiga.

—Luka tiene que saberlo—insistió Kendra.

—Si, lo sé, tienes razón. Se lo voy a decir ahora que lo vea—afirmó Marissa finalmente.


.............


Marissa se encontró con Luka en un parque a pasar el rato juntos. Luka le contaba cómo le iba con su trabajo, entre otras cosas. 

—Y Jonathan se ha vuelto un gran amigo para mí—le contó Luka—, ¿sabes? él me dio la idea de no darme por vencido y luchar por tí.

—¿De verdad?—dijo Marissa con emoción—, bueno, ya tenemos algo qué agradecerle.

—Si, Erika también me apoyó mucho cuando entré, aunque últimamente ya no la he visto, no sé qué pasará con ella, por ahí dijeron que se iba a ausentar un tiempo pero no sé por qué.

—Ah, ya la conocí, y me pareció una buena chica.

—Así es, ¿y tú tienes algo que contarme?— preguntó Luka, a lo que Marissa no pudo evitar sonrojarse.

—¿Yo? sí, es decir... me gustaría que habláramos de nosotros, yo quisiera saber si haz pensado en tener un futuro conmigo.

—Por supuesto, quiero compartir mi vida contigo, y hablo muy en serio—dijo Luka, para después darse un tierno beso—verás que seremos muy felices tú y yo.

—Es que no seremos sólo tu y yo—dijo Marissa.

—Bueno, y Sandra, al menos hasta que sea mayor, claro—respondió Luka ingenuamente, y Marissa rió.

Para toda la vida || Luka ModrićWhere stories live. Discover now