Para toda la vida || Luka Modrić

30. Días extraños

Marissa quiso tomarle la palabra a Luka y tratar de ver la manera de hablar con Fernando, pero no sabía cómo hacerlo, así que ambos intentaron hallar una solución luego de haber estado nuevamente juntos.

—Es que no sé cómo se lo diremos a mi papá— dijo Marissa.

Luka permaneció pensativo, ciertamente si le decían a Fernando lo que ocurría entre ellos, tendrían que también confesarle que no son familia, lo cual ella no quería hacer.

—Lo único que se me ocurre es que no le mencionemos nada de que no tenemos ningún parentesco, sé que le parecerá extraño pero tal vez nos pueda entender— dijo Luka.

—No estoy segura de que sea la mejor manera— comentó Marissa con muchas dudas.

—Habrá que pensarlo mejor, pero ya verás que todo estará bien— Luka trató de animarla, era una situación complicada, pero lo resolverían.

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Sin embargo, las cosas no iban a ser tan fáciles, porque evidentemente Rebeca iba a poner en marcha su plan, estaba dispuesta a hacer sufrir a Fernando sin importarle las consecuencias. Y así, cierto día se enfrascaron en una discusión.

—¿Y de verdad insistes con eso del divorcio?— exclamó Rebeca.

—No te preocupes, ya no lo haré más. ¿Y sabes por qué? porque no es necesario, tú y yo oficialmente estamos divorciados— le dijo Fernando.

Rebeca estaba roja del coraje, no podía creerlo.

—¡Eso no es posible! ¡Yo no he firmado absolutamente nada!

—Basta con mi firma para que nuestro matrimonio quede anulado, así que ya lo sabes, ya nada me ata a ti— le dijo él—, ya tengo la sentencia de divorcio.

Ante la noticia, Rebeca decidió revelar su secreto.

—Está bien, pero en ese caso, te vas a quedar completamente solo— le advirtió Rebeca.

—Marissa siempre va a estar conmigo, así que te equivocas, tengo a mi hija.

—¿De verdad lo crees? No puedo creer que todos estos años hayas sido tan ingenuo.

—¿A qué te refieres?

—A que Marissa sólo es hija mía, ella sólo lleva mi sangre, no la tuya. ¡Marissa no es tu hija!

Fernando se sintió destrozado ante aquella revelación, pero permaneció incrédulo ante lo que Rebeca estaba diciendo.

—No, eso no es verdad...¡No es verdad! sólo lo dices porque te quieres desquitar conmigo...

—Si no me crees, pregúntaselo a Marissa, ella ya descubrió la verdad, a ver si se atreve a negártelo— exclamó Rebeca sintiéndose satisfecha por el dolor que le estaba causando a su ex marido.

Fernando no podía creerlo, era una pesadilla lo que estaba sucediendo. 

Luego de algunos momentos, Marissa llegó a la casa en compañía de Luka, sin embargo cuando llegaron vieron que Fernando se encontraba muy alterado y con angustia.

—Papá, Luka me acompañó porque queremos platicarte algo...pero ¿estás bien? ¿pasa algo?— preguntó Marissa, ambos miraban preocupados a Fernando.

—Tío, ¿te sientes bien?— preguntó Luka.

—Hija... Rebeca me acaba de decir algo...por favor dime que no es cierto...— habló Fernando.