Para toda la vida || Luka Modrić

27. En peligro

Luka se sentía realmente emocionado, ese acercamiento que ahora tenía con Marissa era lo que tanto necesitaba, ahora se formaban miles de historias en su cabeza y no podía evitar entusiasmarse.

—Hermanito, tienes una cara de bobo que no puedes con ella—se burló Sandra en cuanto lo vio regresar a la casa.

Luka rápidamente disimuló su emoción.

—¿Qué haces despierta? Ya deberías estar dormida.

—Sólo vine por un poco de agua, ahora sí, me voy a dormir— se despidió ella.

—Descansa, y ya no hables cosas que no— le dijo Luka, a lo que Sandra le sacó la lengua en respuesta.

Marissa no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar entre ella y Luka, estaba segura de que quería estar a su lado, a pesar de las circunstancias. Por otra parte, su relación con Pedro era solamente de amistad, ambos lo acordaron de esa manera y Pedro pareció entenderlo, se dio cuenta de que sólo se hacía daño ilusionándose con algo más.

Poco a poco las cosas entre Luka y Marissa parecían ir cada vez mejor, no tenían algo formal aún pero se las arreglaban para frecuentarse. Luka no iba a permitir que las amenazas de Rebeca impidieran que estuviera cerca de la mujer que amaba. 

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Úrsula se reunió con sus hijos para ver los planes que llevarían a cabo.

—¿Y como quieres que me vuelva a acercar a Marissa si no quiere verme para nada?— dijo Adrián.

—Yo ya te había insistido en que te acercaras a ella desde que les informé que Rebeca había logrado sacar a Luka de la casa de los Bustamante— reiteró Úrsula.

—Y lo intenté pero resulta que me encontré a Marissa con otro tipo, le reclamé y desde entonces no quiere verme.

—Vaya que eres imbécil, hermanito— dijo Gema cruzada de brazos.

—Pero probablemente aún estemos a tiempo— intervino Úrsula—.Si logras embarazar a Marissa sería una buena forma de retenerla.

—Eso está muy complicado— dijo Adrián— no va a querer regresar conmigo.

—No necesitas hablarle bonito al oído para embarazarla— afirmó Úrsula.

—¿A qué te refieres?— comentó él.

—A que no tenemos mucho tiempo para actuar, si la embarazas podremos sacar provecho y remediar nuestra situación. Así que debemos pensar en la forma en que deberás hacerlo.

Adrián no estaba totalmente convencido.

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Una tarde Dafne y Danilo conversaban como de costumbre, aunque Dafne aún no se decidía a irse a vivir con él, sin embargo su relación iba de maravilla.

—¿Y cómo va todo en casa de tu patrón, mi vida? ¿ya se encuentra mejor de salud?— preguntó Danilo.

—Si amor, don Fernando ya está mucho mejor, lo que no me gusta es que la vieja esa siga aún en la casa— respondió Dafne refiriéndose a Rebeca.

—Uff, por lo que me haz contado de esa señora la verdad no sé cómo es que sigues trabajando en ese lugar.

—No tengo otra opción, necesito el trabajo, además creo que la señorita Marissa necesita a alguien con quién conversar y que le haga compañía en ciertos momentos. 

—Eso sí— respondió Danilo mientras guardaba unas cosas del mostrador.

—La verdad todo cambió para mal en esa casa desde que Luka y su hermana tuvieron que irse de allí— dijo Dafne.