Para toda la vida || Luka Modrić

12. Sentimientos encontrados

Las palabras de Rebeca de alguna manera se clavaron en la mente de Luka, no podía permitir que cumpliera con su amenaza y que se llevara lejos a Sandra. 

A decir verdad quería comenzar a buscar la manera de irse de esa casa para librarse de Rebeca, pero aún no tenía idea de cómo lo lograría. Cada vez se daba cuenta de todo lo que Rebeca era capaz con tal de salirse con la suya.

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Por su parte, Marissa seguía teniendo problemas con Adrián, quien volvía a buscarla. Él optó por enviarle mensajes suplicándole verse en privado, y ella cansada de sus insistencias accedió.

—Me hace feliz verte— comenzó Adrián— ¿Cómo has estado?

—Me encuentro bien, gracias— respondió ella— espero que tú igual.

—Para mí ha sido muy difícil sin tí, lo único que debes saber es que te sigo queriendo y eso no va a cambiar— dijo él.

—Creí que ya habíamos aclarado esto, Adrián— se quejó Marissa.

—Discúlpame, pero es que no pude evitarlo, necesitaba verte otra vez. No pierdo la esperanza de que algún día recapacites y podamos estar juntos como antes.

—Es que eso no será posible.

—¿Por qué no? es que me resisto a creer que hayas dejado de quererme así como así— insistió Adrián, pero ella estaba más que decidida.

—Mi intención no era lastimar tus sentimientos, pero entiéndeme, Adrián— respondió Marissa—, lo único que podría ofrecerte sería una amistad, nada más.

—Es que no me puedo conformar con eso— afirmó él, tomando de las manos a Marissa tratando de confundirla, aunque estaba claro que no iba a resultarle pero no estaba dispuesto a rendirse ante los rechazos de ella.

—Pues lo siento, entonces lo mejor será que no me vuelvas a buscar— respondió ella a la vez que se soltaba de su agarre.

—Marissa, sabes que yo te amo, dame otra oportunidad por favor. Sólo quiero que volvamos a ser lo que éramos antes, ¿sí?

—Perdóname Adrián, pero no puedo— finalizó ella, y viendo que aquella conversación no iba a llegar a nada prefirió marcharse de ahí. En definitiva no sabía qué hacer para lograr que Adrián entendiera que ya no sentía nada más por él.

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En casa de los Bustamante, Dafne realizaba sus labores como de costumbre, y mientras terminaba de arreglar la sala, vio de reojo a Rebeca bajar las escaleras bien vestida y con su bolso en la mano, aquello le parecía un poco extraño a Dafne.

—¿Va a salir?— preguntó Dafne con sutileza.

—Sí— respondió Rebeca con fastidio—, no me esperen a comer, si te pregunta algo Fernando sólo dile que tuve un asunto urgente.

—Está bien— respondió la muchacha sin decir más para no meterse en problemas. 

No podía negar que Rebeca le daba mala vibra. Se sentía aliviada cuando finalmente Rebeca salía de casa, pero le intrigaba demasiado su comportamiento, se preguntaba si realmente ocultaba algo y de qué se trataba.

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Días después, Fernando buscó el momento apropiado para hablar con Marissa sobre la decisión que había tomado de divorciarse de Rebeca, esperaba que ella comprendiera la situación y que no hubiera ningún conflicto.

—Papá, ¿qué pasó? ¿de qué quieres hablar conmigo?

—Necesito que me escuches con atención, hija—comenzó a explicar Fernando—. Verás, ya en una ocasión tu madre y yo lo discutimos, he tomado una decisión y aunque ella aún no lo acepte, es lo mejor. Le pedí el divorcio.

Marissa por unos instantes no supo bien qué decir.

—¿Estás seguro?— preguntó y Fernando asintió— bueno, si ustedes no son felices juntos, está bien, te apoyo, papá.

Ella no pudo evitar sentirse un poco triste, pero en el fondo se dio cuenta que su padre tenía razón. Fernando la abrazó y Marissa trató de sonreírle.

—Te quiero mucho, hija— dijo Fernando—, siempre voy a estar contigo aunque tu madre y yo nos divorciemos.

—Lo sé, yo también te quiero papá.

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Gema parecía ir de maravilla con su plan, trataba de alguna manera de mantenerse cerca de Luka y lo estaba consiguiendo ya que de vez en cuando se veían y así iban conociéndose más, aunque claramente Gema sabía esconder a la perfección sus verdaderas intenciones.

—Espero que mi hermano y tú no vuelvan a tener problemas—comentó Gema mientras almorzaban algo—, yo ya hablé con él y parece que lo ha entendido.

—Menos mal, todo fue por algo que seguramente malinterpretó— dijo Luka

—Sí, y no pierde la esperanza de recuperar a Marissa—exclamó Gema sólo para fijarse en la reacción de Luka ante aquella frase ya que, tal y como lo imaginó, un gesto de incomodidad se reflejó en él.

—¿Ah sí?— dijo Luka intentando disimular su frustración.

—Sí, él está convencido de que es la mujer de su vida y no se va a rendir para conquistarla nuevamente.

En ese punto de la plática, Gema se alegraba de haber sembrado dudas en la mente de Luka, de esa forma podría hacerlo más vulnerable.

—Bueno, hablemos de otra cosa y no del aburrido de mi hermano— dijo Gema en tono irónico, a lo que ambos rieron.

La tarde transcurrió y Luka tenía que admitir que le parecía interesante la personalidad de Gema, aparentemente tenían cosas en común.

—¿Sabes?— murmuró Gema mientras caminaban a paso lento— me agrada tu compañía, suena algo extraño pero es la verdad.

—Igual a mí, me la paso bien contigo—afirmó Luka.

—No sé, quizás después sea posible algo más que una amistad, ¿no has pensado en que podría funcionar?

Aquellas palabras le sorprendieron a Luka, ¿en serio Gema estaba insinuando tal cosa?, No podía darle una respuesta concreta en ese momento, pero no dejaba de pensar en si sería buena idea o un error darse una oportunidad con Gema, quizás sería la única opción para olvidar a Marissa de una vez por todas y que así Rebeca no cumpliera sus amenazas.

Holiii, regresé XD, no es muy largo el cap pero es que no se me ocurría gran cosa jeje, espero les esté gustando la novela, por fis comenten y voten u_u me siento abandonada T_T ok no uwu gracias por leer.