Para toda la vida || Luka Modrić

19. Una dolorosa verdad

Después de todo el drama ocurrido, Gabriel se encerró en su habitación, y al poco rato su tía interrumpió su momento a solas.

—Menos mal que recuperaste tu dignidad porque estaba por los suelos— le dijo Alicia—, aunque insisto en que hubiera sido mejor que lo hicieras antes de tomarte esas fotos fingiendo ser la pareja del año.

—¿Y qué querías que hiciera? No quiero ser la comidilla de la prensa en este momento— replicó Gabriel—, ya después diré que no habrá boda.

—Me preocupa mucho lo que pueda suceder después, por cierto, ¿hablarás con este chico, con Luka? 

—Claro que sí, va a tener que dejar el departamento, no puedo creer que a pesar de ayudarlo me haya pagado de esta manera.

—Pero debes pensar bien las cosas, yo no me apresuraría a juzgarlo así, es más, es posible que Gema lo haya engañado al igual que a tí— sugirió Alicia.

—Por favor, si tampoco es que tenga la mejor reputación— dijo Gabriel.

Alicia prefirió darle su espacio a su sobrino, por la situación que estaba pasando quizás le costaba ver las cosas más claras.

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Marissa no perdió tiempo en hablar con su papá, temía que aquel escándalo la siguiera afectando y que se esparcieran chismes que nada tenían que ver con la realidad.

—La verdad no esperaba que pasara algo así— dijo Fernando— es decir, encima de todo ¿querían hacerte quedar mal a ti inventando que tenías algo con tu primo?

—Sí papá, tenía que decírtelo para que no pensaras cosas que no son, yo le expliqué a Luka que Gema estaba comprometida y no sé qué vaya a pasar.

—Pues Úrsula sigue culpándolo de que tú y Adrián terminaran su relación.

—Yo te expliqué ese asunto, no creí que a raíz de eso todo se complicara.

—Sabes que yo te apoyo hija—afirmó Fernando— esperemos que todo esto se solucione pronto, hablaré también con tu primo.

Marissa asintió y se retiró de allí sintiéndose un poco más aliviada, al menos tenía el apoyo de su papá que era lo que le importaba. A su vez, sintió necesidad de buscar a Luka y preguntarle cómo estaba y que le contara todo lo que había pasado con Gema, sabía que él era incapaz de meterse en una relación ajena, pero no estaba segura de que fuera el momento adecuado.

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Por su parte, Pedro regresaba a casa con mucha intriga después de lo ocurrido la última vez con la llamada, iba a pasos lentos y muy pensativo. El casero lo vio y se acercó.

—Ahora sí te veo más serio que de costumbre—dijo el casero.

—No pasa nada— dijo Pedro—, oye, necesito saber... si han vuelto a llamar.

—Ya no, parece que al fin la mujer me creyó que no sabía nada de ti.

—Menos mal— suspiró Pedro.

—¿Quién es ella? ¿por qué te está buscando?

—Sólo puedo decir que es parte de mi pasado, pero no quiero verla de nuevo.

—De acuerdo, no te pregunto más, mejor ve a descansar.

—Nos vemos luego.

Pedro ya no podía quitársela de la mente, pero unos recuerdos trágicos lo invadieron y no lograba ni siquiera conciliar el sueño, le parecía tan extraño pues pensaba que ya había superado lo que había vivido, pero otra vez se sentía atormentado.