Mi dulce Propósito

Capitulo 25

Intentaba seguirle el paso pero al instante salió huyendo muy rápido, por más que lo llamaba, no se detenía a escucharme.

Lo entiendo, estará muy dolido y tal vez hasta se siente traicionado.

- Axel, por favor, escúchame - lo llamaba una y otra vez y aún así no obtenía respuesta.

A pasos largos y apresurados se iba alejando, yo tenía que correr para alcanzarlo, pero no quería detenerlo por el brazo, sentía que si se giraba y lo veía nuevamente llorando, no me lo perdonaría.

~ Y justamente para no verlo destrozado es que yo me dispuse tan decidida a ayudarlo como me fuera posible

¿Hice algo mal?, ¿Debí pensar más antes de actuar?, ¿Fui muy dura con mis palabras con su padre?.

- ¡Axel detente por favor!

- ¡¡No me sigas Beatriz!!... No quiero actuar imprudentemente y mucho menos herirte con palabras crueles... La rabia está por cegarme por completo ahora mismo - respondió potente y algo agresivo

Esas palabras me congelaron y detuve mi andar en ese mismo instante. El hecho de que piense en mi y en mis sentimientos a pesar de que lo haya herido, me hacía sentir tan mal.

~ Definitivamente soy lo peor..

- Beatriz

Mi subconciente me advertía que alguien estaba llamándome pero aún estaba tan adentrada en mis pensamientos que no fui capaz de reaccionar.

- ¡¡Hey, Beatriz!! - sacudí levemente la cabeza una vez que pude recomponerme - ¿Donde esta Axel? - era el señor Dante.

- Se dirigía afuera de la empresa - ni bien se lo indique se dispuso a seguirlo - Por favor - giro levemente por encima de su hombro a verme - hable con el, sobre todo - el asintió, y en su mirada pude ver el valor y la decisión que ya tenía de hablar con el, lo cual me tranquilizó.

Pero aún así, me siento algo ofendida, después de todo, recordé algo que Axel me dijo una vez...

- Si llego a malinterpretarte en algo, te daré la oportunidad de que me lo expliques con más detalles hasta que pueda entenderte.

- Pfff, mentiroso - susurré cabizbaja.

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Lo patético e insignificante que me siento no podría describirlo, me tomé días orando y pensando para que la rabia no tome control de mi para que pudiera hablar del tema con mi padre.

Ya me sentía bastante traicionado por ocultarme algo tan grave... Pero...

¿Beatriz? Ella lo sabía todo... ¿Y no me dijo nada?

¿Que es lo que realmente significo para ella?, ¿Por qué no me dijo nada?, ¿Que fue lo que hizo que callase? Y por sobre todo... ¿¿Cómo se enteró?

Hasta donde yo se, ella no sabe casi nada de mi familia, además...

~ Oh vaya, claro, sin duda alguna...

Sonreí sarcasticamente al darme cuenta de lo tonto que fui al no darme cuenta de lo obvio.

Definitivamente esa tipa tiene algo que ver en esto, después de todo fue ella quien me habló de lo que mi padre me ocultaba.

Si estuviera en mis cabales, regresaría y hablaría con Beatriz, pero ahora mismo no tengo ganas para otra cosa que no sea gritar y romper cualquier cosa que se me atraviese, la rabia, me estaba consumiendo.