Mi dulce Propósito

Capitulo 23 - Historia revelada

- ¿Que piensas hacer, Beatriz?

Me lo preguntaba tantas veces a diario, han pasando 3 días desde mi conversación con Ximena y aún, mi mente sigue en caos.

Con Axel me he mantenido conversando por chat o llamadas, no nos hemos visto aún así que eso hace que me sea más fácil disimular.

He orado, pensado, indagado mucho sobre el tema, aún así, no se que hacer. Las ganas de quererlo ayudar me están consumiendo, pero no sé cómo y lo que mas me preocupa, es que de alguna forma u otra, Axel saldrá lastimado.
La mentira siempre duele más, y además que a el no solo le afectará la mentira en si, sino que perderá todo el respeto y admiración que tiene por su padre.

- Beatriz, ¿Estás bien? - mi madre entra a mi cuarto y me saca de mis profundos pensamientos.

- ¿Eh? Yo... si, madre - en realidad mentalmente estaba en un caos, no estaba del todo bien. Sin mencionar que estaba muy preocupada.

Le sonreí y con una palmada en la cama le pedí que se sentará al lado mío

- Desde ayer te veo muy pensativa, mirando a la nada - que tonta soy, estaba siendo muy obvia y llegué a preocupar a mi madre.

Me había dicho a mi misma que mientras menos personas saben del tema es mejor, ya que ni siquiera Axel lo sabe, así que no pude hablar de esto con alguien para pedirle un consejo, no quiero hacer algo mal.

- Solo estoy algo preocupada por Axel, está pasando por un momento algo delicado, perdóname por no poder contarte los detalles mamá - si bien, no quería mentirle, pero tampoco podia detallarle de la situación, pero ella era tan comprensiva, que sabía que no me exigiría hablar.

- Realmente estás muy preocupada, nunca te vi tan perdida en tus pensamientos como estos dias - me sonrió y me acaricio el cabello, como solia hacerlo siempre.

- Quiero ayudarlo, pero no sé cómo - baje la mirada y suspiré.

- Si el problema es algo delicado como dices, me imagino que es familiar, así que, entre ellos se debe solucionar - ¡Definitivamente el instinto de una madre es cosa de otro mundo!

- El problema es que su padre no tiene intenciones de comunicarse con Axel.

Yo lo veía sin salida, si le digo a Axel todo lo que escuché, lo único que lograría es que se enfurezca y discutiría bien feo con su padre, cuando uno está muy segado por la ira, puede llegar a hacer cosas que luego, podría arrepentirse grandemente, sin embargo, a veces para tales acciones, ya no hay vuelta atrás.

Está mentira puede llegar a dividir esta familia, realmente es una situación bastante grave.

- Entonces puedes intentar hablar con el, si es tan grave la situación, deberías intentarlo - mi madre mantenía esa expresión cálida y sonriente.

-¿Yo? Hablar con el Sr. Dante... ¡¿Cómo podría!?

- Yo...

- Y antes que me digas que no puedes... Si puedes, solo... Órale a Dios antes, para que te respalde.

La abrace y en sus brazos pude sentir un momento de paz, agradecía tenerla, ella era la única que podía darme los consejos necesarios sin siquiera saber mucho del tema.

Ella salió de mi habitación y nuevamente quede yo sola, intentando idear un buen plan.

Y pues, tocaba averiguar dónde encontrar al Sr. y que pueda darme un tiempo para hablar.

Ni siquiera sabe que soy la novia de su hijo, no tengo ni la menor idea de cómo iniciar correctamente una conversación con el, sin parecer muy metida en la situación.