Capítulo 10 - Problemas

162 26 9
                                    

En toda la semana, Sole no me había dejado en paz, insistía e insistía en que yo confiese mis sentimientos por Axel

~¡Que exagerada! Si apenas lo voy conociendo...

Además ni le entiendo, y eso me estresa un poco, porque no sé cómo comportarme o que decir cuando estoy con el.

Lo único que se hacer es sonrojarme como un tomate, de seguro le parezco una tonta...

Hoy es sábado, así que me dispuse a ir a darme una ducha, al sentir el agua por mi espalda sentí un poco de alivio, pero... Dejé que mis lágrimas que llevaba aguantando hace 3 días, salieran y se perdieran entre las gotas de agua, mientras de fondo escuchaba, otra vez, a mis padres gritarse mutuamente.

Mi madre ya me había agarrado ayer en la noche de sorpresa, y me había dicho que estaban al borde de la separación, al parecer mi padre se había vuelto adicto a las apuestas y mi madre lo había pillado.

No nos mudamos porque mi padre encontró un mejor trabajo aquí, porque mi padre siempre gano muy bien, solo que lo perdía todo en apuestas y al perder y deber tanto, decidió mudarse a modo de esconderse.

Esto nos involucraba a todos y era grave. Yo me solté a llorar amargamente, aguandome las ganas de soltar un grito de lo más profundo de mi dolor.

Mis padres siempre fueron creyentes, pero últimamente mi padre ya no iba en la iglesia con el mismo entusiasmo de siempre y ahora entiendo porque. Y es que la mentira tarde o temprano sale a luz.

Dije que no iba ir a la iglesia hoy, pero necesito ir, además, necesito salir de este ambiente de pleito que últimamente se volvió mi casa.

Además, ahora que decidí involucrarme más con Dios es que está lucha se presenta, no pienso rendirme.

Bueno si lo pensé... Pero fue en momento de debilidad, me vino a la mente el versículo de Éxodo 14:14 - Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos.

Así que yo sé que no estoy sola en esto, y eso me basta. Aún no me animé a contarle nada a Sole de esto, ya que no pude, no iba a poder hablar del tema sin explotar en llanto. Pero tenía planeado hacerlo, necesito su consejo

Me aliste, me puse un vestido (como siempre) beige, sencillo, acampanado en la falda, el pelo suelto, bien peinado con mechones cayendo por el lado derecho de mi mejilla, chatitas negras y así salí.

Llegué a la iglesia y estaban Leo, Sheila, Melany, Jeremy y...

-Axel - se me escapó en un susurró su nombre.

Tenía puesto una remera azul marino con la insignia de la iglesia, jeans y zapatos negros.

Me acerque a Melany para saludarla, ya que mi semana fue horrible, necesitaba un abrazo y ella siempre me abrazaba al saludar. La saludé y ella me abrazo muy amigablemente.

- Un gusto verte - le dije sonriente.

- Lo mismo digo Bea - dijo cariñosamente, era una chica muy dulce y tierna.

Al sentir su cálido abrazo, por unos segundos quise largarme a llorar, pero me contuve.

~ Si hay algo que se hacer, es disimular muy bien y hacer como que nada me pasa.

Y es que odio dar explicaciones de que me pasa cuando estoy mal, porque solo me dan ganas de llorar y ni hablar puedo como para intentar explicar mi situación.

Nos acomodamos en nuestros respectivos asientos, podría haber tomado asiento hacia el frente como siempre, ahí con los demás, pero no tenía ganas de conversar mucho, así que tome asiento hacia el fondo.

Mi dulce PropósitoWhere stories live. Discover now