tres

1.1K 252 24
                                    

Repasó con cuidado y lentitud cada ficha, estaba muy concentrado en firmar y corregir que dejó de prestar atención a lo que le rodeaba, tanto así que no se percató de los toques en su puerta hasta que el timbre resonó por todo el departamento. Rápidamente marchó en dirección a la puerta, no pensó en su vestimenta cuando se presentó al invitado y éste retrocedió asustado hasta chocar contra la pared del pasillo.

—¿Cómo puedes... —Con la cara roja volteo a ver en direcciones contrarias para evitar que sus ojos se posaran en el Omega, casi tuvo que andar por el pasillo para no caer en la tentación.

Fue entonces cuando TaeHyung bajo la mirada a sus piernas y se acordó que no llevaba pantalones... en su defensa, estaba en su casa y era un viernes por la tarde, tiene tres meses de embarazo y es insoportable estar yendo al baño cada diez minutos así que la prenda más cómoda para esos casos es un calzoncillo. Además, sus visitas suelen avisar. Está claro que JungKook no era un invitado.

Así que TaeHyung no pensaba disculparse porque no quería hablar con él, tampoco verle, por lo que aprovechó que estaba lejos para tratar de cerrar la puerta.

Pero JungKook es mucho más rápido que él.

—TaeHyung... —Sostiene la puerta por encima del castaño, aún tiene la cara apartada de él y sus mejillas conservan el color rojizo de la vergüenza pero se niega a verle directamente por respeto.

—Déjame cerrar la puerta, imbécil.

—Quiero hablar contigo... —Dice y no se inmuta cuando el Omega lucha con todas sus fuerzas para ganar al menos unos centímetros, es inútil pelear con un Alfa.

—¿Ah? —Musita en un gruñido el más bajo— ¿Tú quieres hablar conmigo? ¡Genial, puedes hacerlo desde fuera, grita, escríbeme un email o hazme señales de humo por la ventana, de igual manera te ignoraré, maldito engreído!

JungKook suspira y finalmente deja que TaeHyung entorne un poco más la puerta, aprovecha el umbral de esperanza para tomar la muñeca del castaño, separándolo con un poco de fuerza del pomo de la puerta, rápidamente le oye quejarse en voz alta y conoce tan bien sus impulsos que termina por entrar únicamente para taparle la boca.

Es cuestión de segundos para ver a TaeHyung patalear con rudeza acorralado en la pared, sus manos buscan la cara del Alfa para arañar y lastimar pero no llega, tampoco hace mucho en sus brazos pues lleva encima un cárdigan de lana y por más que tire de él, no hace gran cosa. Los intentos por escapar se tiñen de miedo cuando su Omega se ve en peligro. Por lo tanto, teme que JungKook le haga algo más.

Las lágrimas se acumulan en las cuencas de sus ojos y sus manos temblorosas dejan de buscar maneras para liberarse, ahora se posan sobre su vientre.

JungKook se percata demasiado tarde. Y lo suelta cuando le ve cambiar de color en el rostro, cuando deja de luchar por escapar y ya no emite ningún sonido por debajo de su mano.

—P-Perdón... —Asustado retrocede y la tos del Omega no tarda en escucharse mezclada con los sollozos que se escapan sin querer— TaeHyung, y-yo... en verdad necesito hablar contigo...

El Omega sigue apoyado en la pared, algo encorvado trata de ganar aire sosteniéndose con una mano en su rodilla y la otra fija en el abultado vientre. Tiembla sin querer, en pocos segundos ha experimentado demasiadas emociones y sensaciones distintas, nunca pensó que se sentiría tan amenazado que pensó primero en su bebé que en él mismo.

—Vete... —Murmura muy bajito— No tienes el derecho de hacer esto... no porque tú quieras hablar conmigo significa que puedas entrar en mi casa forzosamente, agrediéndome y poniendo en peligro a mi hijo.

Las lágrimas caen después de hacer un corto recorrido por sus mejillas coloradas, se ven las gotitas descender y finalmente alza el rostro para verle.

Pero TaeHyung encuentra a JungKook de rodillas.

No le devuelve la mirada, el Alfa yace cabizbajo con los ojos inquietos sobre la madera del suelo, sus manos encima de sus muslos tiemblan y sus dedos terminan por ceñirse al pantalón. Tiene los ojos rojos y las ojeras más ennegrecidas, los labios deshidratados y mordisqueados, seña usual de cuando está muy nervioso y se muerde los labios.

—TaeHyung... —El Omega responde con su ceño fruncido, una clara mueca de confusión y al mismo tiempo de ira— Por favor...

Las lágrimas vuelven a sus ojos de forma distinta. Con el sentimiento de odio mofándose en su pecho.

—No te atrevas a hacer eso, JungKook... —Murmura y aparta la mirada— No eres la víctima en esto, no hay justificación para ti...

—Lo sé... —Responde, sus labios se sacuden un poco— No vengo a interpretar ese papel, solo quiero pedir perdón... a que lo consideres al menos... Fui un imbécil durante nuestra relación, nunca vi nuestro futuro de la manera en la que lo hacías tú y es muy tarde para todo esto, es demasiado tarde para pedir perdón pero quiero que lo sepas. Es cierto que quería tener una familia contigo y no solo para volver a amarte porque en realidad nunca dejé de hacerlo, solo quería alejarme de ti porque pensé que no era suficiente y que conmigo nunca serías feliz... Te hice mucho daño y—

—Vete, por favor... —Interrumpe en un susurro— No te quiero perdonar, JungKook. No quiero hacerlo.

Recupera el aire segundos después, se alza un poco y endereza su espalda cuando sus piernas temblorosas se lo permiten. Le da vergüenza su aspecto en ese momento, sobretodo porque ha estado días enteros ignorando al Alfa en el trabajo y ha mantenido una imagen bonita frente a los demás, mostrándose como un Omega eficiente y feliz, totalmente distinto a lo que es ahora. Indefenso y destrozado, no quiere que JungKook sepa nada de él ahora, quiere que siga pensando que es feliz sin su compañías

—Pensaré en tus disculpas cuando estés sobrio... —Añade y JungKook levanta la mirada— Te ves un poco tomado, Jeon... Tal vez no sea mucho pero te conozco y has tardado casi tres meses en acercarte a mi directamente, te he visto deambular por mi despacho, te veo cuando haces todo lo posible por sentarte cerca de mí en las reuniones del claustro, incluso persuadiste a YoonGi para sacarle información sobre mi embarazo. —Suspira agotado— Esto es demasiado para mi, es muy repentino, no me das tiempo de pensar así que por favor, sal de mi casa antes de que busque ese palo de béisbol y te patee las pelotas.

pregnancy is a cakewalk | kooktaeWhere stories live. Discover now