Gustavo

6 1 0
                                    

No era que necesitara vacaciones, cuando tú hobby es pasar varios de tus sábados en el pabeyon de psiquiatría de un hospital es que amas tu trabajo, trabajaba de nueve a cuatro, su consultorio quedaba cerca y siempre fue mañanero, sin embargo Xavier había insistido en qué los acompañará a esquiar, que le tenía una sorpresa, su amigo había invertido bien su dinero así que era su propio jefe, el doctor le había dado un libro a Demian para que fuera preparando su mente, ya había informado a todos sus clientes el fue el último, sabía que habría un berrinche.

- no puede, ¡¿por qué?! - renegó exaltado - ¡¿con quién voy hablar?!

- solo será una semana, ¿qué paso con lo que te pedí? - le había dado indicaciones que saliera de su zona de confort y socializara, está era un tarea, que a Demian no le gustaba pero era necesaria, pero le había recomendado que no estuviera dónde hubiera tumulto.

- ¡¿se irá lejos?! ¡¿Que hare si me pasa algo?! - había comenzado a hiperventilar.

- cálmate, di los mantras que te enseñe, si, me iré un poco lejos, no podrás llamarme por qué no habrá señal, ire a esquiar a las montañas...

- ¡es peligroso! ¡Eso le comprara un pase para la sociedad de la nieve! Debe quedarse, ¿por qué no vacaciona en la playa? - empezo a respirar en una bolsa de papel.

- será en un hotel y ellos tienen su propia zona para esquiar, no voy a viajar en avión ni a estrellarme en los andes - dijo riendo un poco.

- eso no lo sabe, apuesto que ellos tampoco pensaron que terminarían haciendo buffet con el piloto - era un poco gracioso de ver porque parecía que de verdad pensará que era una posibilidad.

- es un hotel de cinco estrellas con espacio para esquiar.

- se lo comerá un oso polar

- no voy al polo, no debes cambiar una dependencia por otra, yo te doy las pautas pero tú debes ser quien haga el trabajo...

- ¿cuánto? - trato de no enojarse ya que esa era la manera que tenía el chico de comprar afecto.

- no hago esto por dinero, además no soy una maquina también necesito descanso, ya hable con tu abuela, estarás bien, toma esto como una prueba, sal con alguien.

- bien, pero pensará en esto cuando se lo estén comiendo a la barbacoa.

Creyó que allí estaría terminado todo pero no fue así, en cuanto Demian salió de la sala Xavier llamo, fue ambiguo, no sabía que había alguien que estaba escuchando, sin embargo al haberle dado esos detalles a su paciente más lo poco que había oido en la conversación había dejado pocos lugares que concordaran con la descripción.

El sábado en la mañana Xavier y su esposo Anton fueron por él, Anton tal vez no era el tipo más guapo, tenía entradas pronunciadas y era un poco bajo, aunque se mantenía en forma y tenía el don de la palabra, así había encantando a su amigo, el viaje duro un par de horas, fue agradable, prefirieron no tomar avion, querían parar a tomar fotos, de verdad que eran paisajes espectaculares, ver cómo el paisaje verde iba cambiando al blanco, a lo lejos los picos congelados y los pinos tiñendose de escarcha mientras más se acercaban, Christopher se recostó en el asiento y respiro profundo, tal vez unos días libres eran buenos, pero algo cruzo por su mente.

- ¿qué es esa sorpresa de la que me has estado hablando? - su amigo y su pareja parecían muy animados, el hotel había sido un castillo remodelado, tenía una hermosa arquitectura con toques barrocos, parecía sacado de otro tiempo,  acabados dorados la torre más grande estaba cubierta de una una fina película blanca y alumbraba un faro, había conservado en perfecto estado la fachada que contrastaba con la modernidad del interior, lo primero con lo que te encontrabas era con una estancia grande con una enorme chimenea que era más decorativa que otra cosa, Christopher agradeció la calefacción, tenía la necesidad de ponerse algo más abrigador para el frío, apesar de que sus acompañantes decían que no era para tanto, lo cierto es que no era su clima, nació y paso gran parte de su vida en España, y en el lugar donde vivía no caía nieve, usualmente solía ser muy caliente, aún no se acostumbraba a las cosas bajo cero.

Dulce y perversoWhere stories live. Discover now