—te tardaste mucho —menciono cruzado de brazos. —te recuerdo que este cruce fue tu idea, así que te necesito aquí conmigo.

—ya estoy aquí, tranquilo... ¿Subieron todo como pedí al camión? —pregunte mientras me ataba el cabello, mire a Jordan esperando respuesta, pero se quedó callado. —¿sucede algo? ¿Jordan?

—no creas que hablaré del cruce con este espía presente —respondió Jordan cruzado de brazos mientras veía a Santiago como una amenaza.

Santiago, por su parte, estaba a unos metros de nosotros observando algunas estatuas y decoraciones de la casa.

—Jordan, por favor no seas dramático. —le supliqué; sin embargo, siguió con la misma actitud.

—bien —me gire hacia un guardia y le indique que se llevara a Santiago a su habitación y que lo mantenga vigilado. —Santiago, podrás salir hasta la hora de la cena.

Él solo asintió sin problema, entendió la situación.

Volví a mirar a Jordan esperando a que hablara.

—ya que el espía se fue... Debo decir que fue complicado conseguir lo que me pediste, pero todo está adentro —explico mientras caminábamos a la parte trasera de la casa donde se encontraba el camión. — pediste quinientos paquetes de toallas sanitarias, trescientos cincuenta lociones y dos mil paquetes de doce labiales en los cuales se les hizo hueco en las cajas para colocar en cada paquete trescientos cincuenta gramos de marihuana dando un total de setecientos kilos.

—perfecto, también necesitaré que algunas cajas con las lociones vayan rotas para que el líquido quede impregnado en el camión —vi como varios trabajadores acataban mi orden. —otra cosa, quiero que este camión lo conduzca Gabo.

—Alex, no creo que el este capacitado para llevar el cruce —opino Jordan de inmediato.

—por su bien hará el cruce a la perfección, así que notifícale todo, por favor. —era mi última palabra, aún no se me olvida como me trato.

Manu, quien se encarga de la logística, se acercó a mí con desaprobación.

—Jefa, deje que uno de los hombres que yo mismo capacite haga el cruce, le aseguro que será mucho más efectivo —explico Manu mientras trataba de convencerme.

Pero no accedí.

—Gabo hará el cruce, lo dije claramente y si no está capacitado, entonces capacítenlo en este momento.

Vi llegar al tipo, bastante confundido y asombrado, me miraba de pies a cabeza mientras me mantenía con la mirada desafiante.

—¿me mando a llamar, jefa? —sus palabras salían con dificultad, se nota el desagrado que le da pronunciarlas.

—sí, cuando me conociste preguntaste si ahora venderíamos labiales al mayoreo como si eso fuera algo gracioso, así que ahora tú llevaras este camión repleto de toallas sanitarias, lociones y labiales a California —su rostro cambio de inmediato con mis palabras, supongo que cree que es una locura. — más vale que hagas bien el cruce porque hay setecientos kilos de marihuana de por medio.

—¿es una broma, verdad? Jamás he hecho un cruce yo solo, es demasiado arriesgado y si esos malditos policías gringos me atrapan me van a meter a la cárcel —está asustado, jamás creyó que debía de salir de aquí.

Le dediqué una sonrisa mientras veía su desesperación.

—que bien que tengas en mente que si algo sale mal, tu vida es la que está en riesgo así que más vale que hagas bien el cruce... Manu y Jordan te dirán lo necesario para que seas capacitado, así que prepárate, en una hora sales con el camión —explique aún con una sonrisa, Gabo seguí viéndose asustado y molesto aunque más asustado que molesto.

OJO POR OJOWhere stories live. Discover now