9-DEBILIDAD

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JORDAN


Mi padre siempre me contaba de los socios que tenía el padre de Alex, todos ellos actualmente deben de tener aproximadamente entre cincuenta y sesenta años, podría ser el hijo de alguno de los socios, aun así, había una regla estricta que era no llevar niños a los eventos, este chico debe de tener mi edad, no hay forma que él supiera el camino a la Hacienda a menos que hubiera entrado al negocio a temprana edad.

Sin embargo, no carga un arma en la mano, no porta un chaleco táctico, este chico no tiene idea de nada, a pesar de no portar placas para rastrear el vehículo, el modelo de la camioneta es sin duda muy específico, no muchos portan una Jepp JT, sin mencionar su ropa, incluso a un kilómetro podría notar los miles de dólares que cuesta su ropa.

-te lo voy a repetir por última vez... ¿Quién eres y que haces aquí? -ordene mientras que el equipo lo rodeaba a una considerable distancia, no tan cercas de él, pero lo suficiente para intimidarlo.

El chico solo rio incrédulo.

-admito que es un buen show el que armaron, pero ya te dije, vengo a ver al fénix -expreso mientras daba pasos aproximándose a mí. -y sobre mi nombre... Es una pena que no lo sepas, ¿en qué mundo vives?

El chico se acercó a mí como si nada, a pesar de que lo estaba apuntando con un arma, o no tiene miedo o es un completo idiota... Creeré lo segundo.

-no estoy para tus juegos, hazme enfadar y jalaré del gatillo - declaré mientras seguía mirándolo, no iba a bajar la guardia, tengo que proteger a Alex y a Cris.

-está bien, mi nombre es Santiago Salazar, hijo de Sergio Salazar y Sisinia Salazar -declaro muy orgulloso.

Mierda.

La familia Salazar, el padre de este chico, fue un muy buen amigo del padre de Alex, aunque conociendo al señor Salazar me sorprende que no haya entrenado a su hijo.

-así que eres un Salazar, tu padre jamás menciono a sus hijos -exclame aun dudando en bajar la guardia, no confió en este chico.

-¿y qué que has de saber? Como dije, vengo a ver al fénix, no a su empleado, estoy seguro de que ella sabe más que tú -afirmo, provocándome una risa, de verdad que era inevitable reírme.

Entonces baje la guardia, oso también bajo su arma, al igual que la mayoría del equipo, solo deje a tres vigilando los movimientos del tal Santiago.

-bueno, creo que tendrás que dar la vuelta, porque aquí no hay nadie llamado fénix, mucho menos una chica -afirme, tengo que hacerle creer al chico que no hay ninguna chica aquí, no puedo causarle más molestias a Alex, no quiero ser causa de sus pesadillas.

-ese cuento te lo va a poder creer otra gente, pero yo no, a estas alturas la mayoría sabemos de la existencia del Fénix, solo quiero charlar con ella, en verdad no vengo a armar ningún alboroto, mi padre fue muy buen amigo de su padre -detallo, aunque eso ya lo sabía, no es nada nuevo, aunque no puedo permitir que él se acerque a ella.

-Pues por mí puedes pensar lo que quieras, ya te dije que aquí no hay nadie llamado Fénix, la hija del jefe murió en Guanajuato en el incendio de su casa -esa era la verdad para todo el público, nadie más debe de saber de Alex.

-bien, entonces me quedaré aquí hasta que me dejen ver al Fénix -declaro para después volverse a poner las gafas de sol y sonreír cínicamente.

Él se sentó en la pequeña banca que estaba en la entrada, me aleje de ahí para poder hablar con Oso, no sin antes pedirle al equipo que lo mantuvieran vigilado.

OJO POR OJOWhere stories live. Discover now