05.

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Había llegado la hora del almuerzo, todos los que habitabamos en el hotel reunidos en el comedor. Algunos estarían encantados de estar todos reunidos para almorzar, pero yo, yo estaba incómoda, solo por el simple hecho que todas las miradas estaban en mí, y el ambiente no ayudaba mucho.

Miro mi comida y suspiré, tomando el tenedor y cubierto empecé a degustar mi platillo, era deliciosa la comida qué preparaba Charlie, pero el saber que un pobre e inocente tuvo que morir por ello me hace sentir mal.

—Se que tu alma estará en un lugar mejor... —murmure antes de llevar un trozo de mi filete a mi boca.

Sentí una mirada en mí, una filosa mirada que sin observarlo directamente ya sabia de quien se trataba. Alastor.

—Veo que no eres muy fanática de la carne, querida. Eso es curioso. — lo miro y asiento, él agrandó su sonrisa—. A la próxima puedo ser yo quien prepa...

—¡No! — interrumpe Charlie, luego ríe con nerviosismo, Alastor frunció el ceño—. Digo... A mamá no le gusta comer carne con frecuencia, en la cena refiere algo como ensalada o pasta, ya sabes, algo sin carne o sangre, jeje.

—En ese caso yo seré el que tenga el honor de prepararle una buena ensalada, sin trucos. — me mira con algo de malicia, haciendo que desvíe la mirada hacía Husker.

Este comía con pereza, sin dejar de lado que estaba tomando mientras comía. Creo que a esto se le llama adicción. Aún me pregunto como fue que alguien así terminó en el hotel, porque a redimirse no era.

—Su majestad.

—¿Si, Anthony? — lo miro y este sonríe.

—Usted es muy hermosa. Cásese conmigo — dice con picardia haciendo reír un poco, pero luego sonó una fuerte estática y una risa sarcástica por parte de Alastor.

—Oh, no, no, dudo que la reina quiera casarse contigo mi afeminado amigo, te falta clase. — se carcajeo. No pude evitar fruncir el ceño por su mal comentario.

Charlie y Vagatha miraban con algo de cansancio el ambiente, se que piensan que esto me incómoda, tal vez un poco, pero no me había sentido tan bien en años, estoy feliz de poder convivir con los amigos de mi hija. Aunque hay excepciones que no son agradables.

Pasaron unos minutos y todos terminamos el almuerzo, me quede en la cocina junto a Charlie lavando los platos, aunque ella decía que no era para nada necesario quería hacerlo, no hacer nada aveces me agobiaba, y como ahora estaré por aquí seguido no es justo que no ayude en nada, por lo que ahora secaba los platos y los acomodaba en si respectivo lugar, me gustaba esto.

Aun recordaba que al vivir con Lucifer nunca hacía nada más que leer y pasearme por todo su castillo, era aburrido, para él siempre fui una muñequilla de porcelana, alguien que podría romperse con facilidad y nunca podía hacer ningún esfuerzo en ayudar. Aveces me sentía débil.

Sacudí mi cabeza al tener aquellos vagos recuerdos y suspire agobiada. Charlie cerró el grifo y me miró preocupada.

—Mamá, ¿estás bien? — preguntó posando su mano en mi hombro, asentí.

—Estoy bien cariño... Solo pensaba. — sonreí, pero Charlie aún me observaba con preocupación.

—Sé que Alastor es muy sarcástico, irónico, narcisista y todo lo malo que puede haber, pero sus insultos indirectos no te afecten, ya sabes que para él todo es un chiste. — rodó los ojos y luego me miró—. Papá me llamó en la mañana, dijo que quizás y tú ya estabas muerta, nada preocupado.

Asentí, tampoco me esperaba que lo estuviera, después de todo no somos nada y no tengo que importarle, no me afecta.

—No importa, ya sabes que tampoco tiene que estar preocupado por alguien que ya no es nada suyo, no es su obligación. — sonreí.

—Pensé que te haría sentir mal, lo siento mamá.

—Tú tranquila cariño, nunca me molestaría contigo, lo eres todo para mí. — acaricie su cabello y este me abrazo fuertemente.

—No sé que haría sin tí mamá. Nunca te vayas.

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ALASTOR—

Me encontraba en la sala de estar leyendo el libro que hace unas horas atrás Crista leía, la verdad no entendía el hecho que le gustará si prácticamente hablaba de una persona que siempre fue vista como rara, abusaron de ella y demás, demostraba lo malo y repudiosa que podían ser las personas, aunque viniendo de mí era una completa burla, después de todo caí al infierno por algo, y no me arrepiento de nada en absoluto, soy feliz haciendo el mal y no cambiare por nada del mundo.

Horas después veo a Crista salir de la cocina y dirigirse hacía las escaleras, por lo que aparezco frente a ella con mi gran sonrisa, logrando asustarla nuevamente. Era tan inocente.

—¡Ah! — toca su pecho exaltada. Agrande mi sonrisa y me disculpe sin sentir nada de culpa.

—Discúlpame querida, no quise asustarte una vez más, solo que me divierte el verte caer una vez más en mis apariciones inesperadas, pero creo que he descubierto que ya no funcionan tus poderes del todo. —  reí y ella negó sonriendo con inocencia. ¿Por qué me molestaba eso?

—Cualquiera se asustaría en que alguien se aparezca de la nada. Por favor no lo vuelvas a hacer ¿si? — me miró con sus ojos azules, una mirada triste y vacía, una expresión qué llevaba continuamente.

Vaya qué Lucifer la había destruido completamente, pobre mujer inocente, todo por amor terminó aquí.

—Dudo que los ángeles sean tan ingenuos como para querer caer al infierno, pero tú ¿por qué lo hiciste? — cambie de tema. Tenía curiosidad ante su respuesta, lo único que hizo fue suspirar y subir unos cuantos escalones, para al finar mirarme con esa misma mirada vacía.

—Tú bien lo sabes... Lo hice por amor... Amor que si no es sincero te llevará a la perdición, eso es lo que pasa si amas a la persona incorrecta, el no ser aceptada te destruye. Es un sentimiento que duele....

Y dicho eso simplemente desapareció. Sonreí satisfecho, aunque por otro lado sus palabras me hicieron pensar en muchas cosas.

Ella por amor cayó aquí, eso quiere decir que el amor es como una enfermedad que con el tiempo se vuelve dolorosa, algo que no puedes sanar al ser dañada por una traición.

Para Crista el amor es como una maldición, una maldición qué no quisiera volver a vivir, y la entiendo, después de todo el amor es una debilidad mortal. Algo que nunca e experimentado porque no soy un hombre ingenuo, además de no estar interesado en el romance y esas cosas absurdas.

Cosas que yo nunca voy a vivir en carne propia.


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Instagram:  smailershimura

Fin del capítulo
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura

𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎

ETERNOS | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓Where stories live. Discover now