MOONBEAM LOVE

❝ Christmas at Hogwarts? ❞

/ ¿Navidad en Hogwarts? /

❝ Te amo ❞

˚₊‧꒰ა ☆ ໒꒱ ‧₊˚

—Harry

Ágata y el chico mencionado se encontraban recostados en el sofá de la sala común de Gryffindor, era un fin de semana aburrido como cualquier otro y la pareja decidió no hacer nada más que estar juntos, sin hablar...solo sentir su amor.

—¿Sí, bonita? —Contesto el azabache mirando a la castaña quien estaba en su pecho mirando al techo.

—¿Te quedarás en navidad? —Preguntó ella nerviosa.

No habían hablado mucho de sus respectivas familias, pero no hacía mucha falta...todo el mundo mágico sabía que Ágata se había quedado con su famoso abuelo Garrick Ollivander y a Harry lo habían dejado con la hermana muggle de su madre.

—Sí, pero no te preocupes, Ron y Hermione se quedarán a hacerme compañía. Tú puedes volver a casa. —Hablo Harry muy tranquilo, aunque muy dentro del el quería pasar la navidad con su novia.

En eso ambos vieron bajar a los mejores amigos del Gryffindor. —¿Por qué no te quedas tú también, Ollivander? Sirve que te conocemos mejor. —Dijo sonriente el de cabellera roja recibiendo un codazo por Hermione.

Ambos amigos terminaron sentandose en los sofás individuales frente a la pareja quienes tuvieron que acomodarse de manera adecuada para hablar con ellos.

—No es necesario, Ollivander. —Hablo entre dientes las castaña mirando de la mala manera a su amigo. —No te sientas atada a quedarte, nosotros le haremos compañía a Harry.

—No no...de hecho me parece una muy buena idea quedarme aquí con ustedes.

—¿Pero y tu abuelo? —Hablo de inmediato el oji-verde quien no quería que Ágata renunciará a ir a ver a su abuelo solo por el.

—Entendera, te lo aseguro. —Musito tomando la mano de su novio brindándole tranquilidad. —Y pueden dejar de llamarme por mi apellido ¿por favor? Es raro...muy largo.

—Tú también nos llamas por nuestros apellidos. —Ataco el de pecas.

—Si ustedes gustan podría comenzar a llamarles como más les guste, solo no me llamen más Ollivander. Tengo demasiados apodos como para que me digan por mi nombre.

—Claro. —Sonrió dulcemente la Gryffindor. —Solo dinos cómo te gustaría que te llamemos. Yo no tengo problema con nada, llámame como tú quieras...Granger, Hermione, Her, Mione, como gustes.

—A mí llamame Ron, no me gusta Ronald. —Dijo lo último con cara de asco. —Ademas cada que me llamas por mi apellido me recuerdas a Draco y su pandilla. —Confeso haciendo reír a Ágata.

—Genial, ustedes tienen muchos por escoger. —Tomo aire para volver a hablar y mencionar cada apodo que le han puesto desde que llegó a Hogwarts. —Ágata, Selene, Liv, Oli, Sel, Livi, Lu, Lunita. —Pauso tratando de recordar más. —Y...son todos que yo sepa.

—Yo agregaré uno más... —Musito Ron pensando un apodo nuevo para la chica. Mientras Hermione lo miraba sin entender porque quería otro. —¿Qué? Hay que ser originales. —Penso un momento más. —¡Lo tengo! ¡Len! Por SeLENe.

—Que ingenioso. —Musito Harry. —¿Por qué no vamos a qué le escribas una casta a tu abuelo avisando que te quedarás?

—¡Oh, sí! Vayamos.

Harry tomo a Ágata de la mano inmediatamente para subir a su habitación.

—¿Estás segura que quieres quedarte? —Le pregunto el chico justo cuando cerró la puerta detrás de el con Ágata ya dentro de la habitación.

—Segura.

Harry suspiro yendo al escritorio para sacar pergamino, pluma y tinta para la chica indicándole que se acercara y alejando la silla para que se sentará para después acercarla al escritorio nuevamente y así Ágata no hiciera el mínimo esfuerzo.

Al terminar de escribir la carta la enviaron con Hedwig quien por suerte estaba en la habitación.

—Gracias. —Musito Harry acercándose sonriente a su novia quien miraba a la lechuza alejarse por la ventana. Se colocó detrás de ella abrazandola por la cintura.

—¿Por? —Preguntó dándose la vuelta y así mirándolo a los ojos. Poniéndose de puntillas para  abrazarlo por los hombros.

—Por no dejarme solo. —Susurro sobre los labios de Ágata tratando de ocultar las ganas que tenía de besarla desde que dijo que era buena idea quedarse. —Te amo. —Y con eso la beso, era un beso lleno de amor como ninguno otro, expresaba todo lo que sentía por ella, como Ágata era una curita en su corazón, como era su lugar seguro y lo ayudaba a olvidarse del mundo entero.

Y una vez más Harry confirmo que Ágata era su salvación y siempre lo sería.