𝐌𝐎𝐎𝐍𝐁𝐄𝐀𝐌 𝐋𝐎𝐕𝐄 | ❝ Te dedico la luna de esta noche, porque casi llega a ser tan linda como tú ❞
╰► Las mujeres de la familia Black tienen un don muy especial que se va pasando de generación en generación. Al morir Helene el don fue adquir...
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❝ ¡Bien, vamos a partile el culo a los Slytherin! ❞
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Había llegado el fin de semana de la segunda semana de noviembre y con este también había llegado el día donde Ravenclaw jugaría contra Slytherin.
Ágata no había podido pegar el ojo en toda la noche y los pequeños momentos en los que pudo dormir tenía pesadillas con que una bludger la golpeaba.
La castaña se levantó muy temprano por la mañana, ni si quiera se escuchaba algún ruido que no fuera el viento chocando contra sus ventanas. La chica se quedó observando el techo sin hacer movimiento alguno, luego de unos segundos volteó buscando su gata por la habitación encontrandola a los pies de su cama lo que la hizo sonreír el saber que aún que tenía su cama y una sala prefería dormir junto con ella.
Ágata por fin se levantó de la cama con cuidado de no despertar a la pequeña Mer. Se metió a la ducha y se dió un relajante baño para desestresarse un poco, al salir se vistió con su suéter de Ravenclaw y unos pantalones cargo tipo moms jeans de color beige. Se maquillo naturalmente, después de todo solo la percibirán como un punto azul en el aire. Y por último amarro su cabello en una coleta mal hecha con cabellos rebeldes saliendo de esta...Ágata odiaba llevar el cabello recogido, pero está ocasión lo ameritaba ya que si no el cabello se interpondria en su visión causándole problemas.
Salió de su habitación y se encontró con Luna en el pasillo. —¡Livi! ¿Estás emocionada por el juego? —Preguntó sonriente, mientras ambas bajaban a la sala común.
—Sí, aunque estoy más nerviosa que emocionada. —Respondió para luego bajar la vista al suéter que llevaba Luna, era de color azul y además de tener el nombre y el escudo de Ravenclaw también tenía el número con el que jugaba Ágata. —¿Qué llevas puesto, Looney? —Hablo la castaña entre risas sentandose en el sofá de la sala frente al fuego.
—¿Te gusta? Los empecé a hacer desde que entraste en el equipo, todos nuestros amigos tienen uno igual. —Sonrío orgullosa de sí misma.
—¡Por supuesto que sí! Muchas gracias por apoyarme. —Exclamó abrazando a la rubia frente a ella quien también se había sentado en el sofá ya que aún era muy temprano para bajar a desayunar, aún no había estudiantes en la sala. —¿Y por qué te has levantado tan temprano?
