𝐌𝐎𝐎𝐍𝐁𝐄𝐀𝐌 𝐋𝐎𝐕𝐄 | ❝ Te dedico la luna de esta noche, porque casi llega a ser tan linda como tú ❞
╰► Las mujeres de la familia Black tienen un don muy especial que se va pasando de generación en generación. Al morir Helene el don fue adquir...
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❝ Caí ❞
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El sol ya se había escondido, la noche del 30 de octubre estaba cada vez más cerca...solo faltaban algunas horas. El día para Ágata fue bastante normal, despertó y ayudo a Harry a salir de la sala común de Ravenclaw.
Después no tenía ánimos para nada, ni si quiera para salir a caminar con sus amigos y cuando la invitaron rechazo la oferta, prefirió quedarse encerrada en su cuarto mientras leía "Miss peregrine y los niños peculiares" con Evermore de Taylor Swift de fondo acompañada de un licuado de plátano y fresa, algunos chocolates y una mascarilla de miel que amaba. Sin duda era lo que ella llamaba un día de chica, cada que Ágata no tenía ánimos hacia un día de chica, lo que prácticamente era seguir los estereotipos de una "chica básica" y eso le encantaba. Se pinto las uñas de un rosa pastel, cuido su rostro y comió chocolate hasta sentir que vomitaba, el día perfecto.
Cuando pudo ver lo oscuro que ya se encontraba su habitación al punto de no poder leer bien decidió que era el momento de parar su día de chica y comenzar a alistarse para la fiesta de los gemelos en la sala común de Gryffindor.
Ella había quedado de arreglase en la habitación de su mejor amiga junto a Luna, así que tomo todo lo creyó se necesitaría y salió directo a la habitación de Padma Patil.
—Adelante. —Grito Padma desde adentro de la habitación y cuando entro está estaba sola, solo se encontraba la morena y Luna.
—Oh, my God. ¿Y las demás? pensé que estaría repleto. —Hablo Ágata después de cerrar la puerta detrás de ella.
Ya que Padma compartía dormitorio con Mandy Brocklehurst, Lisa Turpin, Morag MacDougal y Sue Li.
—Se han ido a alistar con otras chicas, así que aproveche para invitarlas a ustedes, ahora lárgate a bañar que a mí solo me falta peinarme y a Luna maquillarse. —Le ordenó Padma sin despegar su mirada del espejo.
—Si, Oli, siempre eras la que termina al último, ¿qué hacías que no venías? —Esta vez hablo Luna y a diferencia de Padma ella si levantó su mirada aún pintándose las uñas de los pies.
