𝐌𝐎𝐎𝐍𝐁𝐄𝐀𝐌 𝐋𝐎𝐕𝐄 | ❝ Te dedico la luna de esta noche, porque casi llega a ser tan linda como tú ❞
╰► Las mujeres de la familia Black tienen un don muy especial que se va pasando de generación en generación. Al morir Helene el don fue adquir...
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❝ Dicen que las mariposas no pueden ver sus alas y que por ese motivo no saben lo bonitas que son ❞
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Era la mañana del día siguiente cuando Ágata se despertó y pudo distinguir el rostro de Harry Potter. El se encontraba abrazándola por la cintura, la castaña trato de levantarse, pero fue en mano ya que el chico se aferró mucho más a ella. —Potter.
Harry no respondió, Ágata siguió luchando por soltarse del agarre del oji verde aún que ningún intento funcionaba aún que sea un poco mejor que el anterior. —Deja de moverte, Selene. —Se quejo Harry hundiéndose en el pecho de la chica ya que al intentar escaparse llegó muy arriba en la cama.
—Potter. —Gruño Ágata siendo ignorada por Harry. Al no estar mejor que antes se dispuso a cerrar los ojos y volver a dormir.
Pero su tranquilidad no duró mucho ya que cierto platinado entro a la habitación una hora de eso. —¡HARRY POTTER! —Grito Draco tirando a Harry de la cama haciendo que ambos chicos se sobresaltaran.
—¿Qué te pasa, Draco? —Preguntó bruscamente Ágata levantándose de la cama para dirigirse al azabache en el suelo siendo impedida por su primo.
—¿Qué qué me pasa a mí? ¡Esté idiota estaba entre tus senos! —Gritaba Draco desesperada. —Ayer lo deje pasar porque estaba borracho y no sabía lo que hacía, pero hoy no. No quiero que estés cerca de el. ¿Entendido? —Dijo acercándose peligrosamente a la castaña.
—No eres nadie para decirme lo que tengo que hacer y lo que no. Se cuidarme yo sola perfectamente, Draco. —Escupió Ágata yendo hacia Harry para ayudarlo a levantarse con la mirada de Draco encima de ella. —Y creo recordar que no peleariamos por Potter.
—No lo haríamos, pero elegiste estar con el.
—Yo no elegí a nadie.
—Pues ahora tienes que hacerlo.
—No seas inmaduro, Draco.
—Bien. —La voz del platinado había cambiado completamente, ahora estaba mucho más llena de odio. —Eso me basta para saber de qué lado estás ahora. —Se dirigió rápidamente a la puerta.
