Capítulo 8: No hay lugar seguro (parte 1)

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La noche había caído en U.A.

Izuku observaba con atención fuera de los departamentos. Junto a sus amigos estaba observando a Todoroki y Tokoyami preparándose para entrenar.

Todos tenían una estamina increíble. Incluso con todo lo que pasó hoy, no estaban durmiendo temprano como prácticamente el resto de la clase.

Uraraka se sentó junto a Izuku y Aoyama, y extendió su paquete de mochis baratos comprados. ―¿Quieren un poco? Están rellenos.

Izuku le sonrió con gracia. Ahora que se daba cuenta, Uraraka sí que parecía una ardilla. O un hámster. ―Veo que te gusta mucho la comida.

Aoyama extendió su mano por encima de Izuku, tomando un dulce. ―Gracias ―agradeció brillante, guiñándole un ojo a la chica mochi quien solo se le quedó mirando raro. Este chico tenía una manera peculiar de conversar con los demás.

En fin. Uraraka sonrió a Izuku. ―Un gusto adquirido de mamá. También heredé un poco de su Quirk.

Izuku se vio interesado. ―¿De verdad? ¿Algo así como Kacchan?

Uraraka levantó una ceja. ―¿Bakugo?

―Su padre tenía el Don de oxidar cosas, y su madre tiene un Don que le hace segregar de su piel un líquido de belleza. Cuando ambos tuvieron a Kacchan, el Don de ambos se combinó, oxidando el componente y haciendo que él sude nitroglicerina ―explicó Izuku con rapidez―. Un Don de gravedad es muy exótico. Eres la primera persona que conozco que tiene uno.

―Mamá puede reducir el peso de las cosas hasta los 3 kilos. Papá no tiene ningún Don parecido a la gravedad ―Uraraka sonrió avergonzada, frotando su nuca sonriente―. Supongo que no soy como Bakugo. Soy como una mutación o algo parecido.

Aoyama sonrió. ―Tienes un gran Don, Uraraka. No eres como Bakugo, pero serias la única que podría aguantar ese ataque que hizo que termine en la enfermería ―opino de forma elegante―. Eso es brillante.

Izuku asintió completamente de acuerdo. ―Tenemos que tener una revancha algún día. Quiero compensarte por no haber luchado correctamente esa última vez ―Izuku sonrió avergonzado―. Aun trataba de controlar este Don. Aún sigo aprendiendo.

Uraraka le restó importancia. Llevando un mochi a su boca observó a Izuku de reojo. ―Está bien, Midori. Aun tengo que aprender artes marciales para derrotarte.

Izuku no le entendió. Solo escuchó su vergonzoso apodo. Se veía resignado. ―¿P-Por qué "Midori"? Deku es un buen apodo, también.

Urakaka pareció divertida. ―Consideramos nuestro enfrentamiento un empate, así que ambos tenemos que cumplir nuestras apuestas. Yo aposte que te pondría un apodo. "Midori" suena lindo.

El peliverde quedó de piedra. «¿A-Acaban de llamarme lindo en la cara?»

Aoyama se sentía el mal tercio en todo esto. Se levantó con dignidad, acercándose al bicolor y al azabache. ―¿Necesitan ayuda, chicos?

―No.

―No sean tímidos☆

Izuku observó esto con leve gracia. ―Es algo difícil hablar con él cuando está en esa actitud...

Uraraka asintió, completamente de acuerdo. ―¿Porque es tu amigo, Midori? ―preguntó con auténtica curiosidad mientras continuaba devorando mochi tras mochi como si fuera su ultima cena.

Izuku observó a Uraraka, sonriente. ―El vio a través de mi inmediatamente la primera vez que nos encontramos en los exámenes. No sabe sobre "Nueva Orden", pero supo que este Don no era mío, y empatizó con mi situación.

Nueva Orden (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora