Capítulo 24

101 18 2
                                    


Capítulo 24

William

—Buenos días... —saludo a la clase frente a mí para un nuevo año de clases, es el tercer año en el que soy profesor titular y no puedo creer lo rápido que pasa el tiempo— espero estén listos para comenzar una de las clases más aburridas que tendrán —varios se ríen—. Sé que historia del arte es una clase pesada para la mayoría, ustedes solo quieren seguir su pasión por el arte en las diferentes ramas, son artistas, imaginativos y creativos que buscan aprender como canalizar toda esa creatividad que tienen dentro, estoy seguro que lo último que necesitan es saber datos históricos del arte. Pero es necesario, tal vez no lo aprecien, pero en los años que llevo dando esta clase he visto chicos han encontrado su camino a desarrollar a través de todos los datos aburridos que les daré. Y eso es lo que espero con cada curso que tomo, pero soy consciente y también entiendo que no a todos les apasione saber las cosas del pasado. Pero me conformo con que tomen la clase con respeto y con la seriedad pertinente aun si no les gusta o les parece inútil. Entendido señor García, señor Brown... —le hablo a un par de chicos que son de segundo, pero el año pasado se la pasaron saltándose mi clase.

—Sí señor Ruess.

—Esta vez sí estaremos atentos.

—Eso espero... no quisiera tener que verlos otro año tomando esta clase.

Sigo mi clase explicando todo lo que espero para este curso y aunque hay unos cuantos que me hacen rabiar durante la clase son un buen primer año.

Cuando termino tengo tiempo suficiente para ir por algo de comer lo que es bueno porque esta mañana mi desayuno fue robado por cierto profesor de metodología de la investigación del que me pude librar como tutor hace tres años. Me gustaría decir que he cambiado en el tiempo, pero no es así. Mi círculo de amigos sigue siendo cerrado, Gabriel sigue siendo el único amigo con el que comparto a diario, hablo con Duncan cada que tiene tiempo y nos vemos cuando viene a la ciudad y ahora puedo agregar a Liz, mi hermana regresó hace un año y nos encontramos cada que uno de los dos necesita hablar de cualquier cosa, queremos quejarnos de nuestros padres o yo quiero que me cocine.

—¡Profesor Ruess! —el chico que atiende la cafetería es uno de mis alumnos de cuarto año, es un chico que tiene futuro en la escultura me ha presentado unos trabajos realmente buenos— ¿Qué va a querer?

—Dame un sándwich de pollo y un café con leche por favor.

—Ok, puede pagar y tomar asiento, le llevo su pedido.

—Bien, gracias Peter.

Voy a la caja donde una chica está de cajera y acepta mi pago, le doy mi tarjeta y cuando me la devuelve tengo problemas para guardarla en mi billetera, hay algo al fondo que no deja que entre, me voy a la mesa para no estorbar a las personas tras de mí y reviso que hay en el fondo. Saco un papelito arrugado y suspiro porque sé qué es y porque hace tiempo que no le había prestado atención. Había logrado guardar en el fondo de mi mente la esperanza e ilusión que me dio en su momento cosas que ya no albergo, ha pasado demasiado tiempo.

"Voy a intentarlo Will, pero no me esperes porque tal vez no lo logre"

Alan...

No sé si lo logró o no porque no supe nada más de él desde que salió de mi departamento hace tres años. Durante el primer año estuve al pendiente de cualquier noticia, alguna campaña que dijera que él era el fotógrafo y también de las exposiciones que pudiese hacer, pero no hubo nada. Incluso Erika despareció por más de un año del ojo público y cuando apareció en una entrevista dijo que había tenido algunos problemas de salud, pero no dio detalles por más que la prensa quiso saber cuándo incluso la vincularon con un empresario de la construcción con el que se le vio varias veces.

En blanco y negroWhere stories live. Discover now