58. Último juego

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Emilia

La semana paso agotadora en todos los aspectos, las tareas eran demasiadas, debido a que casi venían los exámenes finales, y a eso súmenle los entrenamientos pesados. Christine igual estaba estresa, debido a que venia el baile de graduación y ella tenia que dejar todo ordenado para los de último año, y también revisar los exámenes para meter las calificaciones a la plataforma.

Nos vimos toda la semana, pero ambas estábamos muy cansadas, así que solo nos quedábamos a dormir en casa de la otra.

El gran juego era hoy, y negaría si dijera que no estaba nerviosa. Era todo o nada, era la última oportunidad que teníamos para tener ambos trofeos, y era un peso enorme de responsabilidad.

—De acuerdo, las necesito concentradas —estábamos junto a la entrenadora—. Haremos la posición dos, tres, tres, uno ¿de acuerdo? —todas asentimos—. Carter vas defensa derecha...

La entrenadora empezó a dar posiciones, deje de prestar atención cuando mis ojos verdes se toparon con aquel azul, no había venido antes porque sabía lo ocupada que estaba.

—Matthews —miré a la entrenadora— ya sabes tu posición —asentí—. Muy bien señoritas, el juego depende de ustedes

Me aleje de las chicas antes de que entraran a la cancha, me acerque a ella.

—Hola

—¿Nerviosa? —asentí

—Demasiado, sí —tomo mis manos

—Se que lo harás bien —sonreí

—¿Iras con mis padres?

Mis padres habían venido a ver el juego como cada final importante.

—Están en la cabina con mi abuelo —mis cejas se alzaron ligeramente al escuchar aquello

—Iría con ellos, pero me encanta verte jugar de cerca —sonreí—. Y, me encanta tenerte cerca, pero tienes un juego que dar

—Lo sé —tome sus mejillas para darle un largo beso—. De la buena suerte —comente cuando nos alejamos

—Bueno pues...—volvió a besarme—, otro para reforzar —no pude evitar reírme

—Regresare en un rato —asintió

Me aleje de ella para ir hacia la cancha, donde las chicas estaban posicionadas, hicieron un círculo a mi lado.

—Hemos esperado mucho este momento —las miré a todas—, nosotras podemos con esto, hemos enfrentado a muchos equipos fuertes, han sido unos juegos geniales, y se que pueden hacerlo sin mi —reí junto con ellas—, pero estoy para ayudarlas, somos un equipo ¿de acuerdo? —todas asintieron—, no quiero que jueguen solas, si creen poder llevar el balón solas, háganlo, pero si dudan pasen el balón a la primera que vean ¿estamos?

—Sí capitana

—De acuerdo —el silbato sonó—. Es todo o nada, demos lo mejor de nosotras, las manos al centro —todas hicieron los que le pedí—. Westview

—¡Westview!

Nos fuimos a nuestras posiciones, escuche a los comentaristas decir que el partido iba a comenzar, me posicione junto al arbitró.

—Sinceramente creí que no te presentarías —solté una risa irónica

—¿Creías que dejaría el juego solo para ti, Aida?

—No, pero creí que tu tobillo no resistiría más

La mire seria, ella aun me debía esa falta, esa jugada, ella aun me debía eso.

Un juego a la vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora