Capítulo 30

154 24 4
                                    

Lo que Pete nunca vio venir fue la molestia de Frank por haber golpeado a ese chico, primero Mikey y ahora Frank. Todos sus amigos estaban en su contra y todo por poner en su lugar a un maldito maricón que usaba vestidos para hacerse pasar por una linda porrista.

Al llegar a clases Frank estaba sumamente molesto, no podía concebir cómo sus amigos habían ido a golpear a Gerard para "defenderlo", pero no sólo eso le molestaba, sino el no poder saber nada de ese chico porque a sus amigos "le caía mal". Necesitaba saber que estaba bien.

Frank los vio, ahí estaban, Pete y Bob, quería decirles sus verdades, reventarles la cara, pero no estaba en sus planes armar un escándalo y que todo el mundo se enterara que estaban peleando por un chico. No, eso sí que no, arruinaría su reputación, motivo por el que simplemente los ignoró.

Pete y Bob estaban sorprendidos por la actitud de Frank, por lo que fueron hacia él para cuestionarle qué sucedía.

- ¿Por qué no nos has saludado eh? - Cuestionó Bob frente a la butaca donde estaba sentado Frank. Frank molesto se giró para verlos.

- ¿Y todavía lo preguntas?

- ¿Es por el maricón? Ya nos suspendieron tres días, ya pagamos por eso – Mencionó Pete – Ese estúpido maricón fue a echarnos de cabeza con el director

- ¿Crees que fue él? Él ni siquiera podía hablar – Manifestó Frank.

- Entonces quién fue – Preguntó Bob algo incrédulo.

- ¡Fuiste tú! – Respondió Pete observando a Frank.

- Sí, fui yo. Y saben qué, no me interesa seguir discutiendo sobre esto con ustedes

- Pero Frank, qué te pasa. ¿Realmente estás enamorado de ese puto?- Cuestionó Bob.

- No quiero hablar más con ustedes. Lárguense – Respondió Frank, quien no estaba dispuesto a asumir que realmente sentía algo por ese chico, aunque debía admitir que se moría de ganas por verlo y saber cómo estaba.

Ni siquiera le importó volarse algunas clases, necesitaba saber cómo estaba Gerard. Seguramente seguía en cama por la golpiza que recibió, por lo que decidió ir a visitarlo en horario de clases, pues así no se toparía por ahí ni a Ray, ni Hayley y esperaba tampoco encontrarse con su hermano Mikey.

- Buenas tardes, señora. ¿Cree que pueda ver a Gerard? – Cuestionó Frank tras tocar la puerta y que Donna, la madre de Gerard lo recibiera.

- ¿Y tú quién eres? Nunca te había visto por aquí

- Soy Frank, Frank Iero

- Qué raro. Gerard nunca mencionó a ningún Frank

- Soy un amigo de la escuela ¿Cree que pueda verlo? Supe lo que pasó y sólo quiero saber cómo está

- ¿No eres tú uno de los que lo golpeó?

- No señora, para nada, sólo quiero saber cómo está – Mencionó Frank, aunque la realidad es que sí, sí tenía todo que ver con los golpes que Gerard había recibido.

Donna le permitió ingresar a su casa y lo llevó hasta la habitación de Gee, en la planta alta.

- Gee, te buscan – Dijo su madre, tocando a la puerta de su habitación.

- ¿Quién? - Cuestionó Gerard, pero no recibió respuesta. La puerta se abrió, dejando ver ahí a nada más ni nada menos que Frank. Gerard lo miró un tanto asustado, ¿a caso iría a golpearlo como lo habían hecho sus amigos? - ¿Tú? ¿Qué haces aquí?

- Gerard yo... sólo... sólo quiero saber cómo estás – Mencionó Frank, tratando de acercarse a la cama donde se encontraba Gerard. Pudo ver el temor en sus ojos, odiaba que lo mirara de esa manera, porque no quería lastimarlo.

- Estoy bien

- ¿Puedo? - Cuestionó Frank, señalando la cama. Gerard solamente asintió y dejó que Frank se acercara hasta su cama, sentándose en una orilla, a un costado de él. Se permitió el poder apreciar aquella habitación, los póster que había colgados en las paredes de Star Wars, de Batman, de David Bowie. Miró además una pequeña mesita en donde había varias hojas y colores, algunos cómics, discos y demás.

Volvió su vista al chico en la cama, quien lo observaba incrédulo. Miró ese horrible moretón en su mejilla, acercó su mano para acariciarlo.

- Pero mira cómo te dejaron

- Estoy bien

- No, no digas eso Gerard. Te lastimaron. Sólo perdóname

- En serio, estoy bien. Puedo soportarlo

- Pero yo no Gee, no me gusta lo que te hicieron – Mencionó Frank, tomando el borde de la cobija de Star Wars de Gerard y retirándosela. Gee traía puesta solamente una playera y unos shorts, por lo que sus piernas quedaron a la vista, apreciándose en éstas algunos otros moretones producto de la golpiza que había recibido por parte de Pete y Bob. Frank llevó sus manos hasta las piernas de Gee, tocándolas con delicadeza – Odio que te hayan hecho esto. Sólo quiero que estés bien – Y esas palabras sólo ocasionaron una revolución en el corazón de Gee ¿Por qué Frank le estaba hablando así? ¿Sentía algo por él? ¿Le importaba? O quizás sólo era la culpa.

No pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas, porque dolían los golpes, pero más su corazón, tan lastimado por haberse enamorado y después ser rechazado sólo por ser un "maldito maricón", como muchos, entre ellos su Frank, lo habían llamado tantas veces.  

Claudia (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora