Capítulo 6

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Si Frank Iero creía que Claudia era hermosa, cuando la tuvo frente a él pudo confirmar que se había quedado corto en su descripción, ella era simplemente perfecta. Bastó tenerla ahí, frente a él, para corroborar su belleza, esa cara de ángel, sus hermosos ojos verdes adornados por esas largas y rizadas pestañas, esa pequeña y respingada nariz, sus mejillas color carmín, sus delgados labios y al verla sonreír, esos pequeños dientes. Hermosa.

Para su cita se había puesto una camisa blanca con una mascada roja, una pequeña falda en color negro y unas medias acompañadas de unas botas que la hacían ver aún más alta de lo que ya era.

Habían quedado de verse en una cafetería cercana a la escuela de Claudia. Por un momento Frank creyó que no llegaría, pues habían quedado a las 6, pero los minutos pasaban y ella no aparecía, se estaba comenzando a impacientar, comiéndose las uñas y ¿en verdad estaba tan nervioso de que una chica no llegara a la cita? ¿Desde cuándo le mortificaba que lo dejaran plantado? Es más ¿quién diablos dejaba plantado a Frank Iero?. Sin embargo cuando creyó que no llegaría, la miró entrar, tan hermosa, tan perfecta. Lo mejor de todo es que como si fuese una coincidencia del destino, su vestimenta justo había combinado con la de Claudia, pues se había vestido con un pantalón negro, tenis rojos y una chaqueta igualmente en color rojo, a juego con ella.

- Ho-la – Dijo Frank, sintiéndose estúpido por cómo se escuchó su voz ¿Desde cuándo una chica lo ponía tan nervioso?

- Hola – Respondió ella y Frank quedó aún más hipnotizado, pensando que nunca había escuchado una voz más hermosa que la de Claudia, un poco aguda, pero linda como ella.

Se sentaron y si bien al principio estaban algo nerviosos, luego de pedir sus bebidas y algo de comer, estuvieron conversando por largo rato, conociéndose un poco más, Frank estaba realmente impresionado de conocer a una chica como Claudia a la que le gustaran los cómics, los videojuegos, dibujar y que incluso fuera fan de Batman, realmente nunca creyó conocer a una chica como ella. Mientras que Gerard por su parte, se sentía tan desinhibido, por un momento había olvidado que iba vestido como una chica. Escuchaba con atención todo lo que Frank le decía, su gusto por la música, que tenía una guitarra, nunca creyó que Frank tocara un instrumento. Le contó sobre su sueño de algún día tener una banda y Gee estaba realmente fascinado.

Después de todo no había sido una mala idea salir con Frank, o al menos eso creyó hasta que la cena terminó y debía volver a casa. Frank se ofreció a llevarlo, pero ¿cómo iba a aceptar aquello? Se daría cuenta que vivía en la casa de Mikey Way y que éste no tenía ninguna hermana, sino un hermano maricón. Se preguntó si Frank conocería a su hermano o bien a su mejor amigo Ray Toro, pues aunque ninguno estaba en el equipo de americano, era probable que se conocieran y eso le ponía a Gerard los pelos de punta. De repente comenzó a sudar frío, por supuesto que no podía permitir que Frank lo llevara a casa.

- No puedo. Quiero decir, mi padre se molestará si me ve llegar con un chico, lo mejor será que pida un Uber – Comentó Gerard, luciendo algo nervioso.

- ¿Tus padres son muy estrictos?

- Algo – Mintió, pero no le iba a decir la verdad a Frank.

- Esperaré a que llegue tu Uber – Mencionó Frank, quedándose ahí, junto a Gerard, no pudiendo dejar de apreciar lo hermoso que lucía esa noche.

El auto de Gerard llegó y con ello el momento de despedirse, Frank se moría por probar esos delgados y rosados labios, quería besar a Claudia, probar su sabor, sentir su textura. Tomó a Gerard por la cintura al despedirse de él, acercándose a su rostro, quedando hipnotizado al mirarlo más de cerca y poder apreciar algunos lunares que adornaban su linda cara. Miró fijo esos ojos verdes, luego esa pequeña nariz, bajó a sus labios, moría por probarlos, se acercó un poco más y... Gerard rápidamente le volteó la cara, estaba demasiado nervioso como para disfrutar así de un primer beso con su amor platónico.

- Lo siento, tengo que irme – Dijo Gerard antes de subirse al vehículo y partir de ahí, luciendo completamente sonrojado y dejando a Frank con las ganas de tenerlo así, tan cerca, de probar sus labios.

Gee también se moría por besar a Frank, sin embargo no quería hacerse demasiadas ilusiones, a fin y al cabo en quien estaba interesado era en Claudia, y estaba más que claro que él jamás podría ser una chica. A Frank no le interesaba Gerard.  

Claudia (Frerard)Where stories live. Discover now