Capítulo 2

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Otro partido más pero ahora eran ellos los visitantes, ahora tocaba el turno de jugar contra el equipo de la escuela de Newark, claro que tenía que toparse con la hermosa pelinegra de ojos verdes. Frank estaba dispuesto a hacer lo que fuese para conocer su nombre, para tener su teléfono y para invitarla a salir.

No podía negar que estaba emocionado y no tanto por el partido, sino por encontrarse con esa chica, que si bien apoyaba al equipo contrario, era sin duda la más linda de todas las porristas, nadie poseía ese cuerpo tan perfecto, esas piernas hermosas, y aunque sus amigos la criticaran por no tener busto, eso era lo de menos, ella era la más bonita.

Al entrar a la cancha no pudo evitar distraer su mirada, ahí estaba ella, animando a su equipo, luciendo tan hermosa como siempre, sus mejillas sonrojadas, incluso un poco de brillo labial en esos delgados labios que ansiaba tanto probar. Se propuso jugar como nunca para que esa belleza volteara a verlo, esa preciosura tenía que caer a sus pies, porque nadie se resiste a Frank Iero.

"¡Idiota!", se dijo cuando por estar distraído en aquella pelinegra, el equipo contrario anotó. Decidió concentrarse por completo en el campo de juego, sin duda si quería que esa belleza cayera a sus pies, tenía que ser el mejor y así fue. Al finalizar el partido fue vitoreado por sus compañeros y las porristas de su equipo, pero Frank estaba distraído, Frank sólo quería conocer el nombre de la chica que le había robado los pensamientos, por lo que sin importar que todos quisieran celebrar con él, salió corriendo detrás de ella. A cada persona que se encontraba en el trayecto le cuestionaba dónde se hallaba el vestidor de las chicas. Cuando al fin llegó dudó en entrar, no quería hacerlo, a pesar de ser popular y de que todas las niñas morían por él, era un caballero y jamás se metería así como así para verlas en tanto se cambiaban de ropa.

Al estar ahí afuera de los vestidores, vio a una chica pelirroja que estaba por ingresar, por lo que se acercó hasta ella para cuestionarle por la pelinegra. Alguien tenía que saber sobre ella.

- Hey, disculpa, estoy buscando a la chica pelinegra que está en tu equipo – La pelirroja miraba a Frank un tanto confundida, como si no supiese de quién le hablaba.

- ¿Chica pelinegra? Lo siento, podrías decirme más cómo es ella físicamente – Frank comenzó a describirla, cabello negro hasta los hombros, piel blanca, ojos verdes, incluso, con algo de pena tuvo que mencionar que tenía poco busto y parece que aquello fue suficiente para que la pelirroja supiera de quién hablaba.

- Ah sí, te refieres a G... a Claudia

- Así que se llama Claudia

- Así es y yo soy Hayley, su mejor amiga – Mencionó la pelirroja tendiéndole la mano a Frank

- Frank Iero, mucho gusto

- Sí, sé quién eres, bueno, todas sabemos. ¿Quién no conocería al mariscal de campo de Jersey?

- Oye Hayley, si no es mucha molestia, ¿crees que pudieras hablarle a Claudia? Quisiera invitarla a salir

- Oh, ella... ya tuvo que irse... pero si quieres déjame tu número y le diré que se ponga en contacto contigo – Frank le pasó su número a Hayley con la esperanza que se lo hiciera llegar a la linda pelinegra que ahora sabía se llamaba Claudia. Ansiaba por que lo contactara, deseaba ya tener a esa belleza entre sus brazos, al menos ahora sabía su nombre: Claudia, tan hermoso como ella.

Claudia (Frerard)Where stories live. Discover now